Caballo o Jamelgo

Dice López Obrador que hay que cambiar el caballo y el jinete, para usar el ejemplo de Fox en que afirma que hay que cambiar solo el jinente.

El caballo actual está creciendo al 5.2 % este trimestre. Las ventas de las manufacturas al exterior crecieron en 20.9 por ciento durante los primeros tres meses del año, lo que significa la tasa más elevada en seis años, las exportaciones de la industria automotriz, que en marzo crecieron en 44 por ciento respecto al mismo mes del año anterior. Los salarios promedio en México están creciendo a una tasa de 1.5 por ciento en términos reales gracias a que la inflación se ha quedado por abajo del 4 por ciento.

Si esta cifra se combina con el aumento de 5 por ciento en el empleo formal durante el primer trimestre, encontramos que la masa salarial real está creciendo a un ritmo cercano al 7 por ciento, lo que es base para que siga la expansión del crédito y para que la actividad comercial mantenga su ritmo.

Las cifras de las ventas minoristas en los primeros dos meses del año registran un crecimiento promedio ligeramente superior al 3 por ciento y es muy probable que cuando se tengan los datos del trimestre completo, a mediados de mayo, el ritmo se acerque más al 4 por ciento.

En el caso del crédito, mañana se dan a conocer los datos del mes de marzo y es de esperarse que el destinado al consumo siga con un ritmo cercano al 50 por ciento en términos reales.

El índice de confianza del consumidor, de acuerdo con los datos del INEGI, tenía un valor de 101.3 en septiembre del año pasado, lo que significa un ligero optimismo.

Tenemos la tasa del CETE al 7%, los créditos hipotecarios ligeramente menores al 9%, los automotrices por ahí de 15%, la inflación es prácticamente inexistente, menos del 3% anual.

Si a este caballo se le aplica la reforma laboral, flexibilizando las rígidas leyes laborales que tanto daño hacen, la energética no para subsidiar con la mano izquierda y producir déficit con la derecha, sino para hacerla más competitiva. Se simplifican las leyes fiscales, estaremos hablando de un México Irlandisado, se dejaría venir la inversión y por consecuencia el empleo y no sería muy descabellado que ya nuestro ingreso per cápita subiera arriba de los 10,000 dólares y con ello pasaríamos a la lista de países desarrollados.

Los problemas de un sistema económico eficiente y justo, no son políticos ni técnicos, son morales e intelectuales. Si sus ciudadanos creen en la fuente inagotable de un estado proveedor, irán hacia lo profundo del abismo. La civilización de los países depende de su bienestar material. Mientras más rica sea la nación, se podrá formar hijos talentosos y más podrá dedicar a su educación y la salud. Y solamente hay una forma para enriquecer a una nación: trabajando y produciendo masivamente, mejor y más barato.

La formación de capital es una bendición para la comunidad. Mientras más sea el monto del capital disponible, mayor será la productividad de la mano de obra y los salarios. La propiedad privada de los medios de producción es el cimiento de la civilización, de la democracia política y de la riqueza de las naciones. La motivación de las ganancias es el vehiculo del progreso.


Propiedad privada, mercados libres, iniciativa individual, gobierno limitado y vigilante bajo un estado de derecho y, en un campo nivelado, oportunidad para todos, es lo que cincela la democracia liberal……distinto a mayoría de votos.

Dice Josefina Vázquez Mota respecto a los “caballos” : “Lo que México necesita es libertad económica. La gran revolución de las ideas de libertad sigue siendo la tarea más urgente en nuestro país, so pena de perder otros cien años de nuestro futuro.” Las cartas están echadas.”

El “caballo” de López Obrador es un jamelgo, una mula o un burro, viejo, de los 70’s, del Estado paternalista y benefactor que nos llevaría junto con su jinete que ni siquiera sabe montar puesto que es un reprobado en Economía al abismo. Un México Venezuelizado o Argentizado

Escoge, caballo y jinete, o jamelgo viejo y achacoso sin jinete… Tu voto lo decide.