miércoles, enero 30, 2008

¡La Recesión esta aquí! El Multiplicador de Calderón – Carstens

Acaban de salir datos interesantes sobre la economía de los Estados Unidos:

El crecimiento económico para el cuatro trimestre fue de tan sólo 0.6 por ciento y es el decaimiento más bajo desde el 2003.

El anémico crecimiento de la economía mostró la expansión más lenta de los últimos 5 años, este reporte parece confirmar los temores que la economía de los EU está cayendo en una recesión.

Lo peor es que el problema inmobiliario ya da signos de extenderse a toda la economía, pero empezando por el inmobiliario, este decreció 1.2 por ciento y anualizado ya se tiene una caída de 24%.

Los inventarios no agrícolas también se contrajeron 1.2 %, la producción automotriz 0.9 por ciento, la mayor en dos años.

Sobre nuestro “Presidente del Empleo” pues los últimos datos para México no son muy alentadores que digamos: En la primera quincena de enero de 2008 se perdieron 59 mil empleos formales, por lo que en las últimas tres quincenas se acumuló una pérdida de 282 mil 697 plazas…

Pero como atinadamente y jocosamente Germán Dehesa, en su columna de ayer escribe "Estoy de buen humor, pero no tan locote como Felipe Calderón que anda para arriba y para abajo por la República diciendo a quien quiera oírlo que esta noticia de la recesión que se avecina en Norteamérica, a él lo tiene francamente excitado y gozoso porque sabe que a México la tal recesión nos va a hacer los purititos mandados y que ya está listo y que se la suelten y que si no tienen otra, porque él para todas tiene (me da la impresión de que le dieron a probar una abundante muestra del último decomiso, o que le tronaron muy de cerca una de estas "granadas aturdidoras" que acabamos de asegurar en "El Zacatito").

Más o menos el mismo ridículo hizo el gordis en Davos, en que Gurría, Stiglitz entre otros dicen que nos va a ir bastante mal. Pero ellos tienen “El arma secreta” el multiplicado Keynesiano que en seguida trataré de explicar.

Lo relevante del asunto es, que mientras allá se plantea proporcionar estímulos fiscales, es decir, reducir la carga fiscal a individuos y empresas, aquí, se hace exactamente lo contrario, se elevan, se tendrá un nuevo impuesto, el IETU, los prediales aumentan, en fin, nos quitan más y más de nuestro dinero con el pretexto que sólo el gobierno sabe que hacer con él, que va a hacer infraestructura y que, por eso, el efecto multiplicador sobre la economía evitará que la recesión en los EU sea tan severa aquí. ¡Ajá!

Este postulado es la abundante muestra del decomiso o granadas aturdidoras del Zacatito. Por eso la confianza de el Presidente del Empleo y del Gordinflón en que la recesión de los EU nos va a hacer los purititos mandados….

Esta es una muy vieja premisa Keynesiana, su absurdo puede llegar al ridículo de hacer hoyos y luego taparlos, que a mucha gente le parece lógico y congruente pero no lo es. Veamos…

En su Teoría General, Keynes trató de "demostrar" una vez más que el gasto público (que evidentemente se iba a financiar confiscando riqueza a través de impuestos o del envilecimiento de la moneda) traía la prosperidad. Surgió así el "multiplicador del gasto público".

El multiplicador puede definirse como el aumento en los ingresos generado por un incremento del gasto. Por ejemplo, un incremento del gasto de $100 genera un aumento total de los ingresos percibidos de $500 ya que los ingresos generados por el gasto van siendo reutilizados por cada perceptor sucesivo. En este caso el multiplicador sería 5 y se obtendría a partir del presupuesto de que cada consumidor tiene una propensión a gastar las cuatro quintas partes de su renta y a ahorrar el resto. El multiplicador se presenta pues bajo la fórmula 1 partido por el porcentaje de la renta que no se consume.

Henry Hazlitt economista que demostró la falsedad de la tesis de Keynes explica así la idea del multiplicador:

"Si por definición la renta de una comunidad es igual a lo que consume más lo que invierte, y si esa comunidad gasta en consumo nueve décimas partes de su renta e invierte una décima parte, entonces su renta ha de ser diez veces su inversión. Si gasta 19/20 en consumo y 1/20 en inversión, su renta ha de ser veinte veces su inversión y así ad infinitum. Estas proposiciones son verdad porque son distintas formas de decir lo mismo. Pero supongamos que tenemos un hombre hábil familiarizado con el uso de las matemáticas. Verá que, dada la fracción de los ingresos de la comunidad que se dedican a la inversión, los ingresos propios pueden matemáticamente ser designados como una "función" de dicha fracción. Si la inversión es una décima parte de la renta, entonces el ingreso será diez veces la inversión, etc. A continuación, dando un salto mortal (o una aberración matemática, como dividir entre cero, por ejemplo), esta relación "funcional", formal o meramente terminológica se confunde con una relación causa efecto. Seguidamente ponemos boca abajo la relación causal y surge la increíble conclusión que ¡cuanto mayor es la proporción de los ingresos consumidos y menor el porcentaje que representa la inversión, más tiene que "multiplicarse" esta inversión para crear los ingresos totales!"

Una conclusión absurda aunque necesaria de esta teoría es que una comunidad que consuma el 100% de sus ingresos tendría un incremento infinito de sus ingresos. ¡Hágame Ud. el favor!

Hazlitt a continuación presenta otra reducción al absurdo de la teoría del multiplicador originariamente presentada por Murray Rothbard en su libro Man, Economy and State. Sigue la traducción literal:

Llamemos Y a los ingresos totales de la comunidad, R serán los míos propios y V la suma de los ingresos de todo el resto de la gente. Vemos que V (los ingresos del resto del país a excepción de la mía) es una función completamente estable de Y (los ingresos totales de la comunidad); en tanto que mis propios ingresos son el elemento activo, volátil e incierto de los ingresos totales.

Matemáticamente el 99,99% de los ingresos totales es obtenido por todos los ciudadanos a excepción mía:

V= 0,99999Y [1]

Si hemos dicho que los ingresos totales es la suma de los ingresos de todo el país salvo la mía más mis propios ingresos, es decir:

Y= V+R [2]

Sustituyendo [1] en [2] tenemos que:

Y= 0,99999Y + R

Operamos y concluimos que:

0,00001Y= R

Por tanto:

Y = 1000.000 R

Vemos pues que mi propio multiplicador es mucho más poderoso que el multiplicador keynesiano. Basta con que el gobierno imprima un cierto número de billetes y me los de a mí. Mi gasto cebaría la bomba y sería capaz de multiplicar en 100,000 veces los ingresos totales." Curioso, toda una bomba aturdidora o una probadita del último decomiso. Por eso Calderón anda como la loca lo mismo que el Gordinflón, basados en una falsedad como aquí se acaba de demostrar y como veremos en poco tiempo en la práctica.

En otro post comentaremos el absurdo que se está cometiendo bajando artificialmente las tasas de interés en los Estados Unidos para salvar a las bolsas de valores, ni las van a salvar, y si van a exacerbar los problemas, pero eso lo comentamos en la siguiente ocasión.

lunes, enero 21, 2008

El Dinero no lo es todo, el Flujo lo es

No, lo importante no es el dinero que se tenga o no se tenga, esto ni siquiera puede definir la pobreza.

¿Qué es entonces la riqueza?

La riqueza consiste en activos que prometen un flujo de renta en el futuro. Ni el petróleo ni el oro, ni el dinero ahorrado, son riqueza si no se convierten en activos duraderos como industrias, puertos, escuelas, carreteras, etcétera. Son, en todo caso, fortuna. La pobreza, por tanto, es sobre todo una enfermedad moral, consistente en negar el único camino para salir de ella, el que pasa por el trabajo, la familia y la fe en el futuro.

La pobreza, por tanto, es la ausencia de riqueza, y se da en aquel que no tiene los activos, los conocimientos, el capital humano es un activo, que promete un flujo de renta a futuro. Que nada tiene que ver con las tesis marxistas de explotación.

Por lo tanto, lo importante es el FLUJO, no lo que se tenga. El petróleo, fortuna, no lo supimos convertir en riqueza, en Abu-dabi, en Dubai, transforman la fortuna en riqueza. Aquí en sueldos de burócratas.

Para superar la crisis, Galbraith (Keynesiano) y compañía propusieron fijar precios y salarios y aumentar impuestos, como el gordinflón y Calderón. La respuesta política llegó por parte de la curva de Laffer y su corolario: que a menores impuestos, mayor inversión, mayor crecimiento y mayor recaudación. Y menores impuesto más dinero para la gente que puede ahorrar y las tasas de interés bajar. Eso fue lo que hizo Reagan… y Aznar: promover la oferta, es decir, el ingenio y la creatividad.

¿Por qué la crisis actual? Por manipular, la manota negra, a la Fed se le hizo fácil intervenir en el mercado de dinero y bajar arbitrariamente los intereses. Por eso, la escuela Austriaca de Economía establece que no deberían de existir los bancos centrales, las tasas de interés deberían de ser fijada por el mercado de dinero: Sin la gente no ahorra, el dinero es escaso y las tasas suben, se induce una propensión a ahorrar, por el contrario, cuando hay mucho ahorro, las tasas bajan y se propicia el consumo. Lo que hicieron es propiciar el consumo, sin que existiera ahorro. Y ahí están los resultados, siempre que se mete la mano negra (del gobierno of course) trae nefastas consecuencias para la sociedad. Ahora, para las sociedades, por que el problema es global.

La lucha en el sistema capitalista no es una lucha de clases, sino entre el pasado y el futuro. Todo gobierno planificador tiende a ponerse al lado del orden establecido y en contra del desarrollo creador. El intelectual considera que el problema está en el riesgo y la incertidumbre y que el gobierno debe organizar la economía y hacer un mundo tranquilo y predecible. Pero nada de lo que mejora nuestras vidas es predecible y todas las mejoras se deben al ingenio y la voluntad humana. Para superar los desafíos que el futuro nos plantea hace falta creer, recobrar la fe en la suerte y la providencia, en el ingenio de los hombres libres.

lunes, enero 07, 2008

Vientos de cerrazón y destrucción creativa

Por si no fuera poco todo lo adverso que se cierne sobre nosotros: Recesión en EU estanflación, agotamiento del mayor yacimiento de México, Cantarell, impuestos adicionales, y ahora, aún peor vientos de cerrazón al comercio exterior.

Antes de terminar el año, manifestaciones en León, los de la industria del calzado pidiendo cerrazón al calzado chino, iniciamos el año como era de esperarse, con voces que claman por la renegociación del TLC en su capítulo agropecuario y más recientemente el veto de Calderón (demostrando una vez más su verdadera vocación, el ser pelele del Peje) con vetar la apertura de medicinas al exigir que tengan laboratorios en México. Tres ejemplos contundentes que los vientos de proteccionismo están aquí para perjudicarnos a los consumidores que tendremos que comprar zapatos, maíz, y medicinas más caras para proteger los intereses de los respectivos productores, que son, intereses oligopólicos, mantener la baja productividad y competitividad a costa, por supuesto, de la mayoría de la población.

Por supuesto, sin fallar a la “tradición” ya clásica de los izquierdosos, podemos leer declaraciones provenientes de miembros del PRD, del PRI, periodistas, la muy usual letanía para culpar a los “tecnócratas”, “neoliberales”, “corifeos mediáticos del librecambismo y repetidores apologéticos de la apertura comercial a toda costa”, típico…

Sus argumentos, sumamente desgastados y siempre los mismos:

“Si los últimos tres gobiernos federales le hubieran apostado a la soberanía alimentaria, es decir, a trazar con soberanía nuestra política agroalimentaria y a fortalecer el derecho y la capacidad de los productores, sobre todo de los pequeños, a producir alimentos, no se estaría en el umbral de, como Estado incumplirles cuando menos a 19 millones de mexicanos en extrema pobreza, el derecho de tener acceso a alimentos básicos baratos, como las tortillas”

¿Soberanía alimentaria? Eso quiere decir que el país debiera de ser, según la izquierda autosuficiente para producir todos los alimentos que los mexicanos comemos, o, por lo menos los básicos, cereales, leche, azúcar, pollo, carne, ya he escrito suficiente del tema, sobre todo en el blog dedicado al Peje, y no voy a repetir aquí, las ligas son:

http://laverdadseamaldicha.blogspot.com/2007/02/la-neta-del-tlc-pejn.html

http://laverdadseamaldicha.blogspot.com/2007/01/mxico-productor-de-maz.html

http://laverdadseamaldicha.blogspot.com/2007/01/la-soberana-alimentaria.html


Me parece muy cómo lo diría yo peculiar, quizá que saque a relucir al economista Indio (me resisto a escribir hindú) Bhagwatti, y me resulta peculiar por que Jagdish Bhagwati es el teórico del comercio internacional más prestigioso, y afortunadamente está en el lado librecambista, al que se ha pasado tras sus concesiones al proteccionismo al comienzo de su carrera. El más famoso libro de él se llama “Free Trade Today” y muy peculiar que el libro empiece con las siguientes palabras: "The merit of free trade was discovered and disclosed by Adam Smith in his monumental work The Wealth of Nations”. Otros libros muy recomendables a los proteccionistas son Sustaining India's Growth Miracle y que no diga que somos obsoletos también es recomendable que lea Globalization Challenged: Conviction, Conflict, Community (Leonard Hastings Schoff Lectures) en donde el economista Indio es coautor.

La muy superada y antiquísima, es cierto, lo es, en su libro “La riqueza de las naciones”, Adam Smith y lo copio tal cual sólo traduciendo, escribió:

"Lo que en el gobierno de toda familia particular constituye prudencia, difícilmente puede ser insensatez en el gobierno de un gran reino. Si un país extranjero puede suministrarnos un artículo más barato de lo que nosotros mismos lo podemos fabricar, nos conviene más comprarlo con una parte del producto de nuestra propia actividad empleada de la manera en que llevamos alguna ventaja [...]. En cualquier país, el interés del gran conjunto de la población estriba siempre en comprar cuanto necesita a quienes más baratos se lo venden. Esta afirmación es tan patente que parece ridículo tomarse el trabajo de demostrarla; y tampoco habría sido puesta jamás en tela de juicio si la retórica interesada de comerciantes y de industriales no hubiese enturbiado el buen sentido de la humanidad. En este punto, el interés de esos comerciantes e industriales se halla en oposición directa con el del gran cuerpo social. "

Estas palabras son tan válidas hoy como eran entonces, lo antiquísimo no le resta un ápice su validez. Tanto en el comercio interior como en el exterior, es de interés para el “gran conjunto de la población” comprar al que vende más barato y vender al que compre más caro. Con todo, la “retórica interesada” ha dado lugar a una asombrosa proliferación de restricciones sobre lo que podemos comprar y vender, a quiénes podemos comprar y a quiénes podemos vender y en qué condiciones, a quiénes podemos dar empleo y para quiénes podemos trabajar, dónde podemos residir, y qué podemos comer y beber.

Adam Smith culpó a la “retórica interesada de comerciantes y de industriales” Quizá fueran ellos sin duda los principales culpables en su época. En la actualidad tienen mucha compañía, toda la izquierda que se opone sistemáticamente al cambio y el progreso. En realidad, difícilmente alguno de nosotros escapa a la “retórica interesada”. Según la inmortal frase de Pogo, el personaje de tebeo, “hemos descubierto al enemigo y ése somos nosotros”. Luchamos contra los “intereses especiales”, salvo cuando resulta que el “interés especial” somos nosotros mismos. Cualquiera de nosotros sabe lo que es bueno para él lo es para el país, por lo que nuestro “interés especial” es diferente. El resultado final es un laberinto de restricciones y más restricciones que hacer que la mayoría de nosotros seamos más pobres de lo que seríamos si se eliminasen todas. Perdemos mucho más a consecuencia de las medidas que benefician a otros “intereses especiales” de lo que ganamos gracias a las medidas que benefician nuestro “interés especial”.

El ejemplo más claro se halla en el comercio internacional. Las ganancias que obtienen algunos productores gracias a los aranceles y otras restricciones quedan compensadas con creces por las pérdidas que sufren otros productores y especialmente los consumidores en su conjunto. La libertad de comercio no sólo procuraría nuestro bienestar general, sino que también promovería la paz y la armonía entre las naciones y estimularía la competencia interna.

Los controles sobre el comercio exterior se extienden al comercio interior. Se entrelazan con todos los aspectos de la actividad económica. Estos controles han sido defendidos a menudo, en particular por los países menos desarrollados, por considerarlos muy importantes para la consecución de su desarrollo y progreso. Una comparación de la experiencia del Japón tras la Restauración Meiji en 1867,de la India tras su independencia en 1947, sirve para contrastar esta opinión. Más recientemente tenemos a Irlanda, Estonia, China, ¡Si China!, otra vez India que después de décadas de cerrazón ahora han permitido la creación de la riqueza. Dicha comparación indica, al igual que otro ejemplos, que la libertad de comercio interior y exterior es el mejor medio que tiene un país pobre para promover el bienestar de sus ciudadanos.

Los controles económicos que han proliferado en los México, y en especifico sobre el tema del campo, la atomización de la propiedad, el ejido, y la siembra de cultivos erróneos que sólo por costumbre y no por eficiencia se siguen cultivando, no obstante que en otros países tienen ventajas comparativas importantes en específico para el maíz y el frijol. Durante décadas hemos restringido la libertad para utilizar nuestros recursos económicos, de forma racional…

Pero sobre todo México la ha librado para que opere la Destrucción Creativa de los Mercados. El economista mexicano Ricardo Valenzuela tuvo la audacia de contactar al Dr. Milton Friedman con una sola pregunta ¿Por qué Estonia pudo y México continúa atrapado en su pantano? Su respuesta fue tajante y, sobre todo, sumamente alarmante: “Porque Estonia, a diferencia de México, ha conocido el dolor, las verdaderas profundidades de la pobreza, la opresión y la esclavitud bajo el régimen comunista. Todo ello provocó la formación de una sociedad civil sedienta de libertad y, armada con una repulsión hacia el estado, provocó se sumara a la causa liberatoria de Laar.”

Sumamente alarmado le preguntó. Entonces ¿México tiene que llegar a sufrir de esa forma para encontrar ese camino hacia su desarrollo y liberación? Corto silencio y luego la sentencia: “Desafortunadamente puesto que, me parece que durante los últimos 200 años, no han aprendido la lección y, la frontera con EU, y el petróleo no ha permitido opere la creativa destrucción de los mercados como sucedió en Estonia.”

Pero, ¿Qué es la destrucción creativa de los mercados? Pues bien, la “Destrucción Creativa” es una característica central en el capitalismo, es una idea que fue articulada por el economista de Harvard Joseph Shumpeter en 1942. Como muchas grandes ideas es muy simple para enunciar aunque no tanto para aceptar: “Una economía de mercado incesantemente se revitalizará a sí misma desde dentro al destruir viejos y con problemas para reasignar los recursos a negocios nuevos y productivos”

Esto es. La evolución Darwineana llevada a la economía; el proceso de la selección natural pero, en lugar de aplicarse a los seres vivos se aplica a los entes económicos sobreviviendo sólo los aptos, y creando por mutaciones nuevas estructuras.

Ejemplos hay muchísimos, véase por ejemplo la industria de Hierro y el Acero en los EU, Pittsburg la ciudad sede de la United States Steal (USS) floreció por y para esta industria. Durante años el acero fue el símbolo mismo del poderío industrial estadounidense, y también durante años, los EU no importaron acero de por ejemplo Japón, Alemania o Suecia por considerarlo de inferior calidad. Pero…en 1959 el sindicato de los trabajadores (vean como contribuyen a la destrucción de una industria), tuvieron a bien establecer una huelga que duró ¡cuatro meses! Simplemente la industria automotriz y la de alimentos (latas en aquellos tiempos eran de tres componentes y de hoja de lata que es acero) no pudieron resistir y se empezó con la importación del acero japonés y alemán, y se dieron cuenta que su calidad no sólo era buena, que era excelente, y que su precio era inferior al americano…Y, este fue el principio del fin de la industria acerera de los EU, fue muy doloroso, Pittsburg estuvo a punto de convertirse en una ciudad fantasma, miles quedaron desempleados, invito a mis lectores a que investiguen lo que es hoy Pittsburg, es una ciudad pujante llena de vida, y ahora limpia, puesto que la producción de acero es casi inexistente, el acero dio paso a la industria electrónica y de software, operó la destrucción creativa, y ¡mejoraron!

En México, no hemos dejado que opere este mecanismo fundamental del capitalismo, se queman literalmente millones de pesos en recursos para mantener industrias, o, el agro con sus cultivos erróneos, leyes obsoletas para sostener lo insostenible.

Estoy seguro que el TLC, el agotamiento de las reservas de PEMEX, el muro y las leyes rígidas antimigración en los EU operará en México una crisis dolorosa, pero creo, que como Pittsburg, la necesitamos, necesitamos que se destruya todo lo ineficiente, todo lo ideo logizado como “La tierra es de quien la trabaja”, nuestra Constitución socialistoide, que impide el progreso y el populismo. Para esto se requiere que primero exista destrucción, creo que va en curso.