viernes, agosto 01, 2008

¿Y México?

En una sola palabra un desastre. Y así ha sido desde que a Pedro Aspe se le ocurrió que para “domar” la inflación en México se requería:

1) Apertura Comercial para importar precios bajos.
2) Claro para que surta efecto paridad con dólar barato.
3) Contención salarial.
4) Altas tasas de interés para secar la economía.
5) Finanzas Públicas sin déficit

Así ha sido, desde tiempos de Carlos Salinas y hoy lo tenemos exacerbado con un Banxico comandado por el Dr. Ortiz luchando sólo contra el mundo, subiendo y subiendo las tasas y una SHCP haciéndole tijera con más impuestos, un gasto público sobre todo corriente ese sí galopante, imprudencial dirigido a parchar el déficit en empleos que los negocios son incapaces de crear ante tanto agobio.

De estos puntos sólo el (5) tiene sensatez, los otros cuatro que se han llevado a la práctica religiosamente son una auténtica aberración que por supuesto condena a la economía mexicana al estancamiento económico y bajo crecimiento.

Los dos primero puntos apertura con dólar barato son depredadores de todo, de la industria, del turismo, y que quede claro, no estoy clamando por darle competitividad a México en base de devaluaciones, no, pero la paridad con nuestro principal socio comercial debe ser tan sólo un poco más sensata.

El día 25 de junio escribí en este espacio y lo reitero “. Por tanto, elevar los tipos de interés, como lo ha hecho Banxico, y lo seguirá haciendo, no tendrá mucho efecto en el precio internacional de los cereales o de los combustibles, especialmente el petróleo”

Elevar los tipos de interés puede reducir la demanda agregada, lo que puede aminorar el ritmo de la economía y amortiguar el aumento de los precios de ciertos bienes y servicios. Sin embargo, a menos que se lleve a un nivel intolerable, estas medidas por sí solas no pueden reducir la inflación a los niveles objetivo. Por ejemplo, incluso si los precios mundiales de la energía y los alimentos aumentaran a un ritmo más moderado que el actual -por ejemplo, 20 por ciento al año- y se reflejan en los precios internos haciendo que la inflación general fuera de, digamos, un 3 por ciento, sería necesario que en otras áreas los precios bajaran notablemente. Casi con seguridad eso implicaría una marcada desaceleración económica y un alto desempleo. La cura es peor que la enfermedad.

China, Japón, y otros países, por ejemplo, mantienen “a raya” al tipo de cambio y salen los bancos centrales a comprar dólares para poner un hasta aquí a su depreciación, en cambio acá el dólar barato se usa como instrumento anti-inflacionario lo que aunado a las otras medidas contención salarial y altas tasas de interés junto con los elevados impuestos (que digamos que “oficialmente” no es herramienta para controlar la inflación) acaban por depredar la economía mexicana en su conjunto.

La estrategia de importar deflación se revirtió, ahora lo que está pasando es que estamos importando inflación, y, el absurdo es que siendo perfectamente exógeno el fenómeno, se trate de controlar subiendo las tasas de interés que a su vez provocan mayor entrada de capitales de cartera que producen una caída en el dólar que hoy se encuentra ya debajo de lo 10.00 en 9.939 amenazando a lo poco que nos queda de industria, al turismo que cae y cae además que es exacerbado por idioteces como la que sucede en Los Cabos con el pleito por el monopolio sí señor monopolio para transportar turistas, y “El cobro de uso o goce del espacio aéreo” que ya cobró su primera víctima: Aerocalifornia del déspota gobierno que hasta por el aire cobra, para pagar sus dispendios en gasto corriente prebendas y canonjías a burócratas.

Por que lo que no reflejan las cifras macroeconómicas de inflación y crecimiento del PIB, es el cierre de muchos negocios y el desempleo que esto produce, pareciera que el “Presidente del Empleo” va a en realidad a ser el del desempleo, bueno en la iniciativa privada, por que en el sector público ¡ajúa! Ahí sí que el empleo aumenta y aumenta, tan sólo en Jalisco el Gasto Corriente aumento 800% para compensar el cierre de empresas de alta tecnología establecidas en Guadalajara, ya los jóvenes jaliscienses tienen el objetivo de vida ser “funcionario”, y es Panista el gobernador, lo cual más que corrobora lo que siempre he dicho que todos los partidos son un montón de socialistas. Y así en todos lados, gasto corriente aumentando galopantemente, hasta que todos seamos burócratas, todos financiados por los altos precios del petróleo hasta que un día, se acabe la gran ubre, y despertemos a una realidad horrenda.

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