lunes, enero 19, 2009

El Fiasco Denominado “New Deal”

El día de mañana, Barack Obama toma posesión como presidente de los EU. Ha anticipado que para enfrentar la crisis económica destinará 850,000 millones de USD en obras de infraestructura para “reactivar” la economía, más los que se le ocurran. Por otra parte, aquí en México, Calderón sigue los mismos pasos con sus acciones “contra cíclicas” y también tiene básicamente, aunque a una escala menor el invertir en infraestructura 58,000 millones de pesos.

Me imagino que otros gobiernos en todas partes del mundo seguirán con estas ideas Keynesianas del gasto público. “Todos son ahora keynesianos” se nos dice, pero ¿Realmente funcionan éstas medidas, o, son como la inflación un verdadero desastre?

Las ideas de promover el gasto público en infraestructura para compensar la abstención del consumo de la sociedad en épocas recesivas empezó con el “New Deal” “Nuevo trato” del presidente Franklin D. Roosevelt. Pues bien, de acuerdo con el libro New Deal or Raw Deal? How FDR's Economic Legacy Has Damaged America. By Burton Folsom, Jr. Threshold Editions, 2008, El lector se sorprenderá que su veredicto anti-“Nuevo Trato” es implacable: Los niveles de desempleo al finalizar la década de los 1930’s permanecieron en los niveles de la depresión. En mayo de 1939, el secretario del tesoro Henry J. Morgenthau Jr, por cierto amigo cercano de Roosevelt testificó ante el Comité del Senado:” Después de ocho años de administración continuamos con el mismo desempleo que como empezamos y además, con una enorme deuda que pagar”. Para esta fecha, el desempleo seguía excediendo el 20 por ciento.

Ni siquiera la Segunda Guerra Mundial puso fin a la depresión. Es cierto que el desempleo terminó pero fue debido a que millones fueron “empleados” en la guerra. Una vez terminada la esclavitud militar , el ahorro y sobre todo la terminación de los continuos déficit públicos pusieron punto final a la depresión.

Por supuesto, los Keynesianos defensores de Roosevelt podrían al menos replicar con el argumento de que Roosevelt no fue lo suficientemente lejos: No obstante su fama de radical se embarcó en el gasto público con cierta renuencia, nunca estuvo completamente de acuerdo con la prescripción Keynesiana. Sin embargo, Roosevelt sí gastó una gran cantidad de dinero en obra pública; pero esto deberá de balancearse con sus incrementos de impuestos. Cuando los dos son considerados uno anula al otro y el estímulo proporcionado fue siempre mucho menos que el que requería la economía para restaurar la prosperidad. Muchos historiadores (keynesianos) como William Leuchtenburg quizá el más influyente afirman que FDR debió de haber incurrido en un mayor déficit durante la recaída recesiva de 1937, por esto, Obama está proponiendo quizá este déficit brutal de 1 Trillón de dólares por el “tiempo que sea necesario”.

Por supuesto que la razón del fracaso del New Deal no es esta; el economista Harry Hazlit y aún Frédéric Bastiat en el siglo XIX establecieron claramente que el gasto gubernamental no agrega empleos a la economía, esto debido a que los impuestos desplazan la inversión y el consumo privado. Hazlitt lo escribe “Cada dólar que el gobierno gasta lo tiene que levantar por impuestos” Si, por ejemplo, se construye un puente de $ 20 millones de dólares, el puente debe pagarse mediante impuestos. Por tanto, observa Hazlitt, “Por cada empleo público creado para el puente, un empleo en el sector privado será destruido en alguna otra parte". Así que el resultado neto será probablemente cero empleos creados. Y, esto es aún peor cuando como en México se expande la burocracia a diestra y siniestra, esos salarios se pagan con empleos productivos en el sector privado.

Por supuesto que los Keynesianos rápidamente responderán. Dirán que los inversionistas y empresarios están muy pesimistas sobre el futuro, y que por tanto ni invertirán ni gastarán, por tanto hace bien el gobierno en quitarles ese dinero que no emplean para él gastarlo en su lugar.

En la época de FDR ciertamente que los empresarios se mostraban pesimistas y reluctantes a invertir, pero esto fue debido a la actitud anti-empresarial de la administración de Roosevelt: En efecto durante esta administración se implantaron impuestos a niveles confiscatorios, y no es de sorprender que los empresarios no tenían la menor intención de “trabajar para el gobierno” encuestas de 1939 hacen evidente esa actitud defensiva reluctante del empresariado.

Desafortunadamente el libro de Folsom tiene una laguna cuando se aplica a la realidad de Barack Obama, en efecto su argumento impuestos cancelan empleos es certero, pero esto no es lo que está proponiendo Obama (al menos hasta ahora), la estrategia de Obama radica en incrementar “todo lo que sea necesario” el suministro de dinero, además de reducir impuestos, así los defensores del intervencionismo argumentarán que no hay incrementos de impuestos que anulen los creados por el gasto público .

Para refutar esto, tenemos que recurrir a la teoría Austriaca del Ciclo de Negocios. El gasto público que toma su lugar mediante una expansión del crédito bancario, y la creación de dinero de la nada, dinero que nadie ahorró que aparece de pronto en “la computadora” de la Fed o es impreso, resultará en otra burbuja (ver mi post sobre la “última burbuja”) , la recuperación así creada resultará en el largo plazo en un reventón que producirá condiciones económicas de mucho peores que las que intentaban resolver. Ninguna política de expansión monetaria, como la que estamos viviendo con tasas cercanas a cero, podrá indefinidamente posponer el desastre. Eventualmente, la confianza de las sociedades en el sistema monetario se desmoronará y se presentará la hiperinflación.

Debe recalcarse que la causa de crack de 1929 y la subsiguiente depresión económica fue causada, como ahora, por una expansión irracional del crédito durante la década de los 1920’s, que como ahora produjo un gran boom (burbuja) en el mercado de las acciones (1999) y que finalmente reventó.

Y de esto mismo continuamos mañana, el día de la toma de posesión de Barack Obama.

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