viernes, julio 10, 2009

El Estímulo Que No Estimula

Es evidente que en los EU, no obstante la muy buena voluntad para tratar de ver una recuperación en donde en realidad no la hay, el casi 10 por ciento de desempleo, y creciendo, así lo demuestran, que a su vez ha logrado que la mayor parte de los estadounidenses ya no le den a Obama una buena calificación en la conducción de la economía al grado de que ya anden pensado en un segundo paquete de estímulo. Por otra parte, aquí es la misma historia, la caída de México ha sido brutal, no obstante que el desempleo “oficial” es de “sólo” 5.6 por ciento, lo cierto es que la cifra es totalmente mentirosa, la realidad es que se han perdido cerca de 760,000 empleos, la economía va a caer más del 8 por ciento en el año, no obstante (aquí a los estímulos les llaman medidas anticíclicas). Nada, Paul Krugman, Stiglitz, y todo el séquito de economistas oficiales keynesianos inflacionistas están muy preocupados por que los multimillonarios estímulos no han dado el empujón decisivo a la economía. Se justifican, eso aquí y allá, y en todo el mundo culpando al burocratismo para ejercer con prontitud los estímulos en la obra pública, que se supone están diseñados para que el dinero no sea malgastado. Aquí en México los flamantes diputados del PRI en voz de su presidenta Beatriz “Nacionalista Socialista” Paredes ya andan pensando en la Ley de Emergencia Económica que permita obviar parte del burocratismo para ejercer más rápidamente el presupuesto en obras de infraestructura.

Desafortunadamente, para los mexicanos los estadounidenses y todos los habitantes en donde los gobiernos implantan “estímulos”, la leyes de la economía verdadera nos dicen que no importan que tan rápido los burócratas ejerzan su estímulo el dinero usado para tales fines será desperdiciado y en el largo plazo tendrá un efecto altamente nocivo para la economía, debido a que el derroche, el desperdicio, son inherentes al gasto gubernamental.

Desde la prespectiva económica el dinero de los “estímulos” va a dar a manos de burócratas de varios colores y sabores, en lugar de ir (o quedarse) en las manos de la población productiva que pueden determinar mucho mejor que hacer con los recursos ESCASOS. En consecuencia el gasto es esencialmente consumo gubernamental que es lo que los Keynesianos quieren que suceda ahora más que nunca. Estos economistas del mainstream, están consternados, más aún en ¡estado de shock! Por que la población está ahora ahorrando, pagando sus deudas, y que cualquier incremento en sus percepciones es guardado y no consumido. No se preocupen, si los ciudadanos no consumen para eso está papi gobierno.

Ciertamente podemos esperar que si el gobierno gasta trillones de dólares allá y cientos de miles de pesos acá le darán un empujón al PIB, por la única razón de que el gasto público representa una porción significativa del PIB. Peeeero, momento, ¿De dónde saca el gobierno el dinero que (mal) gasta? ¿De dónde sale la posibilidad del derroche? Sólo hay tres formas de que el gobierno obtenga dinero para aventarlo en palas mecánicas, bulldozers, etc., y las tres implican consecuencias negativas para la sociedad en su conjunto.

La forma más obvia para que el gobierno se allegue de recursos son los impuestos, subirlos. Pero esto es equivalente a robarle a Pedro para darle a Juan. Los impuestos, repercuten en los contribuyentes debido a que los dejan con menos ingresos para cubrir sus necesidades y la de sus familias, pero de lo que se trata, según los Keynesianos es que no ahorren, y como ahorran se los quito y lo (mal) gasto. Sin embargo, a la larga, la imposición fiscal reduce la prosperidad ya que destruye el capital, esto es tienen menos posibilidad de acumular riqueza para después invertir, y eso, la inversión es lo que finalmente crea los empleos, que hoy, se pierden a ritmo acelerado. También los impuestos reducen o eliminan la rentabilidad de los proyectos de inversión. Y lo más importante, si la formación de capital dado por el ahorro y la inversión se reducen con el paso del tiempo (mucho de lo que pasa en México) el escaso capital existente será consumido y por consiguiente destruido. Los trabajadores serán menos productivos (por la falta de inversión en bienes de capital) lo que traerá en consecuencia menores ingresos es decir mayor pobreza. Esto no es de lo que se trata cuando se quiere sacar a un país de una depresión económica.

Como los impuestos no son políticamente atractivos, los gobiernos usan otros mecanismos para levantar recursos para sus “estímulos”, uno de ellos es la deuda. Sin embargo, a la larga la deuda pública es aún peor que el incremento en los impuestos, veamos por qué: Los impuestos reducen la formación de capital, impiden el ahorro, y frenan la inversión, suficientemente malo para la economía, pero la deuda pública toma sus recursos de los ahorros de todo el país. El dinero que se le presta al gobierno como bonos del Tesoro en EU o acá como en CETES es dinero que se ahorró y estaba listo para ser invertido. Así, en lugar de ser invertido en acumulación productiva de capital se le da al gobierno para fondear el consumo público. Además, cuando el gobierno emite deuda, se convierte en el mayor demandante, por mucho, de fondos de forma que las tasas de interés (para el resto de los mortales) se incrementan debido a la escasez de dinero, así el sector privado de la economía tendrá más dificultades para obtener créditos, y peor aún para obtener capital para su producción. De esta forma, la deuda pública tiene el gravísimo efecto de reducir el capital disponible para empresas productivas la economía se hace menos productiva y próspera. Y, finalmente, la deuda implica un costo financiero, que tarde que temprano debe de pagarse, el gobierno tendrá que utilizar los impuestos para servir a la deuda, o, emitir más deuda, para servir la deuda existente, un aberración que lleva a los países a la quiebra, a la pobreza. Pero muy comúnmente empleada.

La última forma en que los gobiernos pueden allegarse recursos es mediante la inflación monetaria. Los gobiernos pueden crear dinero de la nada y gastarlo inmediatamente o inyectarlo utilizando el sistema bancario de tal forma que la gente y bancos puedan usar el dinero para comprar deuda gubernamental. Esta es la ruta preferida

Continuamos…

3 comentarios:

  1. "Si la gente que toma las decisiones fuese la gente que debe sufrir las consecuencias de las mismas, tal vez se tomarían mejores decisiones" -John Abrams

    ResponderBorrar
  2. george8:57 p.m.

    México Liberal,
    checa esta caricatura:
    This Modern World
    The genius of capitalism, with your host, the Invisible Hand.
    By Tom Tomorrow

    http://www.salon.com/comics/tomo/2009/03/24/tomo/index.html

    ResponderBorrar
  3. Daniel,

    Muy sabio lo dicho por Abrams.

    George, Muy bueno el cartón. El Capitalismo socialista. Utilidades privadas, pérdidas públicas. Muy buen negocio ¿no? Tomar riesgos sabiendo que te rescatarán por que eres muy grandote para que te lleve la fregada.

    ResponderBorrar