jueves, septiembre 30, 2010

Los que Necesitan Más Presupuesto son las Empresas…

Ante la comparecencia del rector de la UNAM en ocasión del centenario de la UNAM a la cámara de diputados el pasado jueves 23 de septiembre el propio rector pidió “La mejor forma de festejar es con más presupuesto para la institución

El rector comentó que no se darán los pasos correctos si se sigue destinando sólo 0.7% del PIB a la educación superior, que se traduce en dar oportunidades universitarias a tres de cada 10 jóvenes en el país, o bien, destinar sólo 0.4% del producto nacional a la investigación.

El Congreso de la Unión prometió a la UNAM más recursos y apoyos como vía ideal para combatir la problemática de jóvenes sin recursos ni desarrollo, sin esperanza ni oportunidades.

Uno a uno, diputados de los diferentes partidos políticos, Beltrones, Ramírez, Encinas, Creel y Labastida salieron a hablar de la UNAM como gran baluarte de la educación en México.

Pero, lo que nadie dijo, es que la UNAM, el IPN, la UAM, las escuelas públicas de educación superior y lo que es peor también las escuelas privadas como el ITESM, UIA, Anahuac, etc. Son enormes fábricas de desempleados, o de gente que estudia para algo, y termina haciendo algo completamente diferente.

Y es que hoy en día, el sueño universitario ha sido cancelado. El soñar con tener un título que abrirá las puertas de la prosperidad no es ya una realidad, salvo en contados casos y más como una excepción que como una regla.

Estar titulado de la licenciatura y de ser posible ostentar un posgrado de alguna universidad de prestigio y de preferencia del extranjero, dominar mínimo el inglés, utilizar paquetería de software sofisticado, buena presentación, facilidad de palabra, tener iniciativa, disponibilidad de horario, experiencia profesional en el área y buenas recomendaciones: requisitos que sólo son el principio de un camino tortuoso para cumplir con el perfil de la ansiada vacante. Que, por supuesto, tienen preferencia las universidades privadas a las públicas.

Todo un proceso para ocupar un puesto sumamente demandado con un sueldo en promedio de $6,000 a $10,000 mensuales que deberán ser suficientes para casa, comida, transporte, vestido, visitas al médico, diversión y ahorro. Todo lo anterior en el caso de un profesional soltero, ya que si tiene hijos o familia, la perspectiva cambia de ser crítica a una verdadera tragedia, donde los estudios no garantizaron el sueño de movilidad social como lo hicieron las generaciones pasadas, que no se vieron en la necesidad de emigrar.

Y si esto es una tragedia, lo es mucho más si estudió en una Universidad Privada y les costó a sus padres la nada despreciable suma de $ 700,000 o más, sólo por la licenciatura. Los sueldos posibles que pueden obtener son frecuentemente la mitad de lo que sus padres pagaban en colegiatura.

Se dice que México tiene un potencial enorme derivado del llamado bono demográfico, esto es jóvenes entre 12 y 29 años, pero, la mitad de él 35 millones vive en condiciones de pobreza y/o se encuentra desempleado, aún sin sumar a los jóvenes profesionales de los que hago mención con sueldos muy bajos.

Así las cosas, todo este potencial esta siendo desperdiciado de la forma más absurda.

El escenario es realmente alarmante; sin embargo, acostumbrados a que periódicos y medios sólo hablen de los muertos del narcotráfico, o quién son los “suspirantes” para el 2012, y tantas y tantas otras estupideces que conforman el grueso de información en los medios, dichas cifras pasan desapercibidas como una mera referencia alusiva a la fecha.

Pero lo interesante es que este fenómeno no es exclusivo de México, ni siquiera de Latinoamérica, en las dos últimas décadas en la Europa mediterránea, y especialmente en España, ha aparecido un nuevo grupo social, llamados “los jóvenes”. Los miembros de este grupo muestran varias características específicas. Primero, los jóvenes son normalmente hombres, de entre 25 y 35 años, aunque algunos están sus 40. Segundo, están en una situación perpetua entre la graduación y su primer trabajo. Tercero, normalmente viven con sus padres para ahorrar dinero, lo que les permite salir al menos tres veces por semana. Cuarto, a veces consiguen un trabajo a tiempo parcial, aunque sólo sea por la presión de sus padres. Último y más importante, reciben beneficios por el desempleo y renuevan su permanencia en la “lista del paro” de vez en cuando, de forma que las subvenciones estatales no desaparezcan durante su “hibernación” temporal.

Aparte del gran número de desempleados, otro grupo significativo de personas trabaja en empleos a tiempo parcial con “contratos basura” o salarios muy bajos. A los miembros de este grupo se les llama mileuristas (que ganan sólo € 1,000 al mes, que es una miseria para el costo de vivir en España). Este grupo está por encima de los jóvenes en la pirámide social. Los mileuristas normalmente viven con sus padres y sueñan con acabar siendo económicamente autosuficientes, o viven en apartamentos baratos alquilados financiados con dinero público, que viene directamente de los bolsillos de los contribuyentes.

Y también como empecé este post para México, no hace mucho tiempo, en España tener un título universitario o un doctorado, que sólo unos pocos podían obtener debido al coste y duro trabajo que suponía. Eran la llave a una mejor vida, mejor que la de sus padres. Ahora es casi gratuito estudiar en una universidad pública española. Pero hoy es para ellos tan difícil o más conseguir un empleo decente.

También muy parecido a lo que sucede en México, pero allá mucho más estricto es la calidad de los graduados, a un empleador, ya no le impresiona un título medio en una entrevista de trabajo. Consecuentemente, se demanda al menos una maestría o algún tipo de especialización postuniversitaria acompañado del conocimiento de al menos tres lenguajes. Por supuesto, esto significa más años como estudiante y, para los más privilegiados, un año o dos viviendo y aprendido idiomas en el extranjero. Y muy posiblemente ni aún así se conseguirá el empleo con un salario remunerador y verá para su desgracia que todos los años de estudio de muy poco le han servido para conseguir el anhelado empleo con buena paga.

La explicación del por qué es tan difícil para los graduados recientes obtener un trabajo decente en México, España, Francia, y muchísimos países, es una consecuencia directa de las leyes que protegen a los trabajadores más la imposición de prolongadas vacaciones (en Europa, aquí no), los finiquitos la paga final a la que tiene derecho un trabajador bajo la ley española cuando es despedido: 45 días de salario por cada año trabajado en el compañía y en México de 90 días más 20 días por año. Además los impuestos y la seguridad social que se habrá de pagar a cada trabajador montos que rondan por arriba del 50% de la paga efectiva al trabajador. Todo esto hace que un empresario sea muy reacio a contratar a un empleado, lo que crea una alta tasa desempleo de más del 20% en España, y una enorme cantidad de “contratos basura” o el “outsourcing” en México para tratar de abaratar de alguna forma el excesivo costo laboral impuesto por los gobiernos. Estos impuestos también promueven la actividad en la economía informal, que o bien elude las reglas establecidas o las ignora completamente y que por ejemplo para México ya es mayor a un tercio del valor de la economía.

También en Europa como acontece aquí en México, la burocracia ha tenido un crecimiento explosivo. En España o Francia encontramos un grupo de jóvenes que decide concursar en una oposición (examen para entrar a alguna dependencia del estado) con el fin de trabajar en la burocracia. Dependiendo de la complejidad de su formación y su éxito en el examen, acabarán trabajando por primera vez entre los 26 y los 35 años y ganar decentemente o incluso bien durante el resto de sus vidas.

Así como para México ha sido el venero del diablo, el petróleo el motor de nuestro dispendio irreflexivo y del crecimiento del estado y su burocracia; en España (y otros países mediterráneos hoy siendo el foco de atención, como Grecia y Portugal) su desgracia es su entrada a la Eurozona. Y en específico la posibilidad de conseguir financiamiento a tasas de interés muy bajas (los mismos tipos de interés que economías más poderosas y orientadas al ahorro, como Alemania) funcionó para crear un boom inmobiliario, alrededor de 800,000, más que Francia, Alemania e Inglaterra combinadas. Al reventar la burbuja todas esas construcciones quedaron como malas inversiones y los que financiaron el boom como las cajas de ahorro española, ha tenido que ser rescatadas.

Y, por supuesto, faltaba más, el crecimiento del gasto corriente del sector público, lo que ha mantenido al gobierno español con déficit que fue financiado por años a bajas tasas de interés y con una continua e incesante emisión de nuevos bonos. Pero, como sucede con el particular irresponsable, el nivel del endeudamiento ya llegó a niveles de escándalo. Esta deuda ha presionado las finanzas españolas rebajado la calificación de sus bonos y reducido la demanda de inversionistas necesaria para continuar financiando este gasto en déficit.

Y no sólo en España, en todos los países, México incluido, la crisis ha causado una drástica reducción en los ingresos fiscales, especialmente en impuestos como el IVA (impuesto sobre el valor agregado). En consecuencia el estado ha recibido menos ingresos y en respuesta ha aumentado ahora los impuestos al consumo para cubrir la disminución. Estos mayores impuestos se traducirán, al final, en menos gasto y beneficios más limitados para todos los productores. También harán de España o México lugares poco atractivos para que las compañías de todo el mundo empiecen o continúen sus negocios.

Todos estos efectos significarán al final más desempleo, sobre todo para los jóvenes. Paradójicamente, muchos jóvenes tienen una fe total en que el gobierno se ocupará por ellos de todos estos asuntos. Eligen quedarse en casa hasta que llegan a tener una edad mediana y retrasan casarse y crear una familia hasta tener 35-40 años. También tienen deudas crecientes, de las que tendrán que acabar ocupándose.

Curioso el paralelismo entre dos países, México y España en que los jóvenes educados en las universidades tienen problemas muy semejantes, y su reacción es también muy parecida. Sólo que en España hay seguro de desempleo y acá en México no, lo que impone una presión adicional a los jóvenes mexicanos para emplearse a como de a lugar en “chambas”, totalmente ajenas a lo que estudiaron, como taxistas, meseros, recepcionistas, o, de plano buscarle en la informalidad.

El pasado 26 de septiembre de 2010, el presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones, dijo que “La comunidad universitaria y todos los mexicanos tenemos la obligación de realizar una profunda reflexión crítica sobre los cambios que debemos hacer para retomar la ruta del crecimiento, y procurar el orden en el país, que nos haga nuevamente invertir más en escuelas, en lugar de presupuestar tanto en policías”. Criticando el aumento del presupuesto 2011 en policías.

Para los políticos, los problemas se arreglan subiendo el presupuesto, échele más dinero al rubro que se les ocurra: Educación, seguridad social, ahora, ejército, marina, y policías para lucha de Calderón contra el crimen organizado. Entre más dinero se vierte peores son los resultados y así nos hemos convertido, según la OCDE, en el país más derrochón y dispendioso del mundo.

Pues bien, señores políticos, si los empleos los van a poner las empresas privadas, y si las empresas las vamos a crear nosotros, sí, la población productiva, los que ahorramos para poner un negocio y trabajamos duro en él. Si el crecimiento económico y la generación de la riqueza también la van a poner las empresas; si las empresas también van a poner los empleos, sí esos de lo que estamos hablando, para los profesionistas, para que después de estudiar y prepararse tengan la posibilidad de obtener un empleo bien remunerado y en lo que estudiaron. Si entienden, señores políticos, que las empresas son el Atlas que sostiene la actividad económica no sólo de México, de cualquier país, si las empresas son los generadores de riqueza y de prosperidad, y el único camino para erradicar la pobreza y su mentada “desigualdad”, entonces pregunto, yo, pregunto a Beltrones, a Creel, a Peña Nieto, a López Obrador, a todos los políticos:

Siguiendo su lógica ¿Por qué no les suben el presupuesto a las empresas?. ¿Cómo? dirán los políticos. Fácil les diré yo, reduciendo impuestos, bajando el IVA al 8 % y el ISR a MÁXIMO 15%. ¿Qué pasaría con ese nivel de impuestos señores políticos? Les digo, que pasaría: México crecería más que China. Así tal cual. Habría más empresas y con ello más empleos, menos pobres, por primera vez se vería de forma tangible la caída en el número de pobres. ¿No es esto lo que quieren? No, verdad Uds. lo que quieren es tener un estado cada vez más grande, parasitario que impida el crecimiento y “redistribuir la riqueza” que no redistribuyen, DESTRUYEN, sí señores políticos, capital destruido que se hubiera transformado en empresas, en producción, en riqueza. Y luego salen con sus estupideces de siempre “Hay que reactivar el mercado interno”, “hay que dar créditos”, “no podemos bajar el IVA por qué aumenta el déficit”. Sí…El mercado interno, ¡Pues reactívenlo, o mejor dicho actívenlo, carajo! ¡Bajen los impuestos! Imposible me dirán incurriremos en déficit. ¿Imposible? Corran a 2 millones de burócratas zánganos mantenidos, reduzcan sus salarios, extiendan su salida a jubilarse arriba de los 65 años. ¿Imposible? ¿Cuál es su prioridad? ¿Proteger los intereses de sus incondicionales burócratas o el bien del país? ¿No que muy patriotas? Para ustedes políticos, “Patria” significa estado, y no señores, patria somos todos los mexicanos somos los individuos que vivimos en este lugar de la tierra que se llama México, los individuos somos la Patria, no el estado, no las instituciones, no el gobierno, somos los individuos, tú y yo, somos la Patria, y velar por la patria, es procurar el bien de todos los individuos, no sólo de la casta política y burocrática. ¿Entendieron? Entienden que su prioridad es que este país tenga crecimiento económico, que tenga un flujo incesante y continuo de capital invertido que es lo único que nos hará ser más productivos, competitivos y ricos.

A ver senador Beltrones, ¿De qué le sirve subir el presupuesto a las universidades públicas, si sus graduados van a ser desempleados o subempleados? ¿Cómo puede Usted rebatir mi petición de que nos suban el presupuesto a las empresas y a los particulares? Para que esos que se gradúen tengan….EMPLEO. ¿Cómo senador?

¿Hasta cuándo la sociedad productiva, nos daremos cuenta que el problema es el estado? ¿Hasta cuándo? ¿Cuándo te dará cuenta que estudiaste en la universidad para nada por culpa del estado? ¿Cuándo?

jueves, septiembre 23, 2010

Cuba, sí ¡Cuba! Pone el ejemplo.

Una vista en la Habana


El pasado 14 de septiembre apareció una nota en la cual se informaba que Cuba recortará medio millón de burócratas.

Hace casi un año, en octubre escribí el post “Eliminando Burócratas”

En este post escribía que despedir burócratas es análogo a despedir a la tropa después de una guerra, ya no se requieren para la defensa del país, así que debe despedírseles. No son tropa, son burócratas, y siempre que se mantenga una plantilla burocrática excesiva que no justifican con sus servicios las remuneraciones que reciben de la sociedad son exactamente idénticos a la tropa innecesaria: Un enorme desperdicio de recursos.

Al reducir la “tropa” de burócratas improductivos el país no sólo está mejor, está mucho mejor. Los ex burócratas buscarán ahora empleos productivos en el sector privado o bien pondrán ellos algún negocio, el poder adquisitivo adicional puesto en la economía al recortar impuestos ciertamente que alentará el crecimiento económico y que encuentren empleo o que sus negocios florezcan. Los ex burócratas dejarán de ser parásitos para convertirse en hombres y mujeres productivos que no le cuesta a nadie mantenerlos.

Pues parece ser que esto, sí esto lo han entendido dos personajes de los que yo nunca me hubiera imaginado Fidel y Raúl Castro, la dupla que gobierna Cuba bajo un sistema comunista, y que con Corea del Norte (a pesar de los intentos del payaso continental Hugo Chávez) son los únicos declaradamente comunistas y para los cuales los medios de producción están casi en su totalidad en manos del Estado.

Es realmente notoria lo que La Central de Trabajadores de Cuba (CTC) establece en su comunicado. Veamos y comentemos…

Se necesita introducir cambios para hacer más eficiente el actual proceso productivo y laboral y avanzar en la construcción del socialismo.

Siguen usando la retórica común, “el socialismo”, pero el comunismo implica medios de producción en manos del estado, esto es exactamente lo opuesto, es ceder y crear medios de producción en manos de particulares, esto es capitalismo, aunque no lo digan, claro, después de más de 50 años, ¿Cómo van a cambiar su retórica?, aunque en los hechos lo están haciendo.

Pero lo más importante es el siguiente párrafo escrito por la CTC, en donde afirma que el Estado “no puede ni debe continuar manteniendo empresas, entidades productivas, de servicios y presupuestadas con plantillas infladas, y pérdidas que lastran la economía, resultan contraproducentes, generan malos hábitos y deforman la conducta de los trabajadores”.

Esto no es sino lo que escribió Ludwig Von Mises En su libro “Socialismo”: “La política intervencionista ofrece a miles y miles de personas trabajos seguros, plácidos y no demasiado exigentes a expensas del resto de la sociedad”.

¿No es esto lo que está escribiendo la CTC pero usando otras palabras?

También agrega la CTC que,

“Paralelamente se diversificarán las alternativas no estatales de empleo entre ellas el arrendamiento, el usufructo, las cooperativas y el trabajo por cuenta propia, hacia donde se moverán cientos de miles de trabajadores en los próximos años”

“Dentro del sector estatal sólo será posible ir cubriendo las plazas que resulten imprescindibles, en labores históricamente deficitarias de fuerza de trabajo, como agricultura, construcción, maestros, policías, y otros”,

Esto es exactamente como escribía en el post referido que los ex burócratas dejarán de ser parásitos para convertirse en hombres y mujeres productivos que no le cuesta a nadie mantenerlos.

Es muy importante tomar en cuenta la magnitud, el tamaño de la propuesta: Son medio millón de burócratas en un país con una Población económicamente activa de 5 millones. Esta medida equivaldría en México a despedir a cuatro y medio millón de burócratas. ¿Se dan cuenta de la profundidad de la medida que se está tomando en Cuba?

En los pasados meses hemos presenciado como empiezan a gestarse vientos de cambio en Cuba. No hace mucho Raúl Castro hablaba de un cambio radical, empezando con los trabajadores.

Con tantos como más de un millón de burócratas en exceso en la economía cubana dijo a la asamblea el mes pasado Raúl Castro “Se debe borrar la noción de que en Cuba es el único país del mundo en donde se puede vivir sin trabajar”.

Bueno, Comandante Castro en México no cantamos mal las rancheras y tenemos nuestra propia horda de inútiles que viven sin trabajar, o que simulan trabajar, y reciben su paga por el presupuesto, mantenidos por todos los ciudadanos productivos a los que se nos obliga a pagarles mediante la coerción y la compulsión del fisco, así que no estaban solos, también en toda Latinoamérica, en el viejo continente, todos, por todos lados hay montones de parásitos. Pero bueno, ¡Que bueno que considere que Cuba es el único!

El despido de burócratas no es todo, aunque sí a mi manera de ver el más importante cambio que se está dando en la isla otrora ejemplo para los comunistas que pululan por doquier y que veían en Cuba en su Revolución el ideal a seguir. ¡Vaya chasco que se están llevando! Empezando por el payasito Leninista-Narcisista de Hugo Chávez que ya se ha encargado de desmoronar la economía de Venezuela con singular eficiencia destructiva. Para cuando los venezolanos recapaciten y lo pongan fuera vamos a ver que queda de la economía venezolana. Están pagando y seguirán pagando la implementación del Socialismo del Siglo XXI, el “Socialismo o Muerte”, primero con una inflación (oficial pero es más) del 35%, con des abasto, racionamiento, el tipo de cambio controlado mermando reservas, que algún día va a brincar empobreciendo abruptamente a todos, y todas pero todas las lacras económicas que se dan cuando el Estado es el rector, y que además procede con afán populista y no racional.

¿Pero qué pasó en Cuba? ¿Fue la salida de Fidel?, que por cierto ya se le ve de regreso declarando que el modelo cubano no es bueno ni para Cuba. Aunque poco después negó que la isla se encamine al capitalismo. (Aunque para allá van).

¿Qué pasó entonces? Creo, es mi hipótesis que la Creación Destructiva está operando en Cuba, con toda su fuerza. La isla fue asolada el año pasado por un terrible huracán (no recuerdo cual fue), que la dejó devastada, la dejó en ruinas y sin posibilidades de recuperarse ni al corto ni al largo plazo con el sistema comunista. Pero la necesidad tiene cara de hereje decimos en México. Cuba ya estaba imposibilitada a seguir manteniendo un montón de empresas estatales técnicamente quebradas con nóminas infladas, y que pueden seguir operando sólo mediante subsidios que siempre son contraproducentes a la economía. Los burócratas de las empresas del estado generan malos hábitos y la conducta del trabajador se deforma. Sólo hay que ver en lo que acabó aquí el Sindicato Mexicano de Electricistas el aguerrido SME.

¿Cúanto aceite quiere, de qué marca?

Lo que más asombra de la medida de los Castro es su profundidad y rapidez- Van a poner un número y una fecha y la CTC en su comunicado fija el próximo marzo para haberse completado.

¿Qué van a hacer todos los despedidos? Irán a nuevas aperturas en el sector privado, en el muy incipiente sector privado que hoy apenas da empleo a 114 mil cubanos. Este aperturismo será bienvenido para los cubanos que ya están desesperados del estancamiento económico de la isla de décadas, y la falta de oportunidades.

Claro, falta ver de dónde va a salir el capital para que sea factible la transferencia de gente del sector público al privado, tendrán que recurrir al ahorro extranjero, en Cuba simplemente no existe capital. Sin embargo, si los Castro tienen la visión de hacer las cosas bien, hay cientos de miles de cubanos en La Florida, que han ahorrado por muchos años y que estarían más que deseosos de retornar a su patria. Si esto se diera, me atrevería a afirmar que en una década y media, los cubanos tendrían un ingresos igual a de México. Tienen educación, capital humano, sólo hace falta capital para detonar un crecimiento económico explosivo. Pero no nos adelantemos, ya las noticias son bastante positivas por allá.

¿Y por acá? Se está peleando el PRI por bajar un miserable, raquítico, ínfimo 1% al IVA, su interés no puede ser más político que otra cosa, es una verdadera y soberbia payasada, como todas las que montan nuestros patéticos políticos. ¿Por qué no lo bajan al 10% o al 8%? ¡Imposible dirán incurriríamos en déficit fiscal! Y yo les digo, los Castro les están diciendo como. Despidan a la “tropa” de burócratas, dos millones, sí dos millones, y bajen el IVA al 10%, lo mismo que el ISR.

¿Qué vamos a necesitar para que paren de una buena vez por todas el crecimiento del estado mexicano? ¿Vamos a necesitar una crisis fiscal producto del agotamiento de nuestras exportaciones petroleras? Políticos irresponsables. ¿Quién les garantiza que van a hallar petróleo bajo sus esquemas de la “reforma energética”? Vean la maldita realidad que se pende sobre nosotros como la espada de Damocles, por un lado, Cantarell está prácticamente fuera, y tal y como escribí hace casi un año, para fines de este año, la producción del yacimiento va estar prácticamente agotada. Su esperanza de Chicontepec es una vacilada, de ahí no van a sacar nada. Y sólo queda “El Tesorito” de las aguas ultra profundas tecnología en la cual estamos a gatas y que después del accidente de BP en el Golfo, va a estar muy difícil que los mexicanitos podamos explotar el “Tesorito” en el corto plazo. Lo saben perfectamente que la producción de Pemex se ha medio mantenido exprimiéndole hasta la última gotita de pozos que ya se habían abandonado. Saben perfectamente que están exportando una porquería sulfurosa un chapopote que no sirve para maldita sea la cosa, y que ya estamos importando petróleo para refinar, además de la gasolina que ya importamos.

Entonces, si esa es la realidad, ¡Qué demonios tiene que pasar para que recorten el presupuesto y nos preparemos para el agotamiento de la gran ubre!

¿Se van a esperar a que sea insostenible mantener a la tropa de burócratas para empezar a recortarlos?

Cuba nos ha puesto el ejemplo, sigámoslo por el bien de México. Despidamos burócratas, bajemos impuestos para que tengamos un crecimiento económico como debe ser para este gran país.

miércoles, septiembre 15, 2010

El Petate del Muerto

Muy pensativo Ernesto Cordero ayer en la Cámara de Diputados

Toda esta discusión sobre el paquete económico y la propuesta del PRI de reducir el IVA del 16% al 15% es simplemente absurda.

Como absurdo es y será plantear como la gran cosa una “Reforma Fiscal” que grave con el IVA a alimentos y medicinas.

El petate del muerto con el que el secretario de Hacienda nos sale es que de hacerlo, de reducir el IVA llevaría a México a una crisis fiscal como las de las décadas de los 70 y 80 si el país incurre en un déficit mayor.

Por supuesto que un mayor déficit público, una mayor deuda sería una estupidez. Como expresó ayer en la Cámara de Diputados el ínclito secretario “Bajar los ingresos, al mismo tiempo que aumentar el déficit, supondría el riesgo de caer un endeudamiento insostenible que podría llevarnos a otra crisis de origen interno, como las ocurridas en 1976, 1982 y 1986”,

Pero sigamos analizando sus argumentos….Dice el señor secretario,

“Debilitar la base tributaria, en este momento, sería poco responsable, en un momento donde estamos saliendo a pedir prestado. Es una incongruencia que cuando salimos a pedir prestado, bajamos los impuestos. En ninguna etapa
en la historia del país, cuando se ha reducido la carga impositiva se ha aumentado la recaudación. Cada vez que disminuyen las tasas impositivas, se reduce la recaudación”.

Lo cual, por supuesto no es cierto, cuando Salinas de Gortari bajó el IVA al 10% aumentó la recaudación por este gravamen, pero bueno, ese no es el punto.

También dijo ayer el secretario que México podría quedar igual de mal que los países de Europa que hoy tienen crisis de deuda, como Grecia, España, Portugal.

Y repito, esta discusión es absurda por que parte de la premisa que no se pueden tocar las erogaciones. Al señor Cordero le digo que el irresponsable es él por incrementar el gasto corriente, él y los que le han precedido que han aumentado el gasto corriente en 155% en términos reales en una década. ¡Eso es ser irresponsable! Ser irresponsable es hacer mal uso de los recursos, dispendiar, dilapidar, mantener parásitos haraganes. ¡Eso es ser irresponsable!

Con el estado mexicano, la ley que impera es la ley del embudo: Grande de un lado y angosto del otro. Es menester pagar la nómina de todos los 8 o más millones de parásitos que forman la burocracia, es necesario pagarles sus sueldotes a los ministros de la corte, a los secretarios de estado, a senadores y diputados, sus pensiones, mientras que uno tiene que ahorrar para la vejez ¡Que poca m…! Me roban para jubilarlos y yo tengo apremios para juntar el suficiente dinero para mis “años dorados”. Es menester robarle más recursos a la gente, a las empresas, gravar los combustibles, para cubrir sus gastos. Los gastos, del estado más ineficiente y dispendioso que existe sobre la tierra.

¿Qué tal señor secretario y saca la tijerita y empieza a recortar gastos superfluos e inútiles? ¿Qué tal si empieza por cerrar algunos de los múltiples Institutos, Comisiones, Consejos, pro-árbol, pro-campo, pro-lo que quiera? No pasaría nada, bueno tendría a los burócratas despedidos en las calles como los del SME pidiendo su “patrón sustituto”. ¿A eso le tiene miedo usted y su patrón Calderón? ¿Cómo Raúl Castro, en Cuba, sí de un país supuestamente comunista, se va a atrever a despedir a 500,000 burócratas en una economía de 5 millones de personas, y ustedes no se atreven a despedir por lo menos una cifra equivalente? ¿Cree Ud. señor secretario que los mexicanos no nos damos cuenta de lo ineficientes y derrochadores que son? Pues aplique la eficiencia Sr. Secretario, ordene su tiradero, racionalice sus gastos, recorte el personal tal y como cualquier empresa tiene que hacerlo para ser competitiva y productiva. ¿Por qué Uds. no y nosotros sí? ¿Por qué señor secretario? ¿No comprende que entre menos riqueza, menos capital quede en la sociedad habrá menor crecimiento económico? ¿Por qué no reconocen que toda la riqueza que toman ustedes es destruida? ¿Por qué señor secretario?

Déjeme decirle Sr. Cordero, que la ecuación de la finanzas públicas tiene dos componentes.

Ingresos – Egresos = Déficit.

Y es una ecuación, si baja los ingresos, se pueden bajar los egresos y mantener el déficit original ¿No es Ud. Actuario y de matemáticas se las sabe de todas, todas?

Este déficit se puede hacer pequeño, es más se puede hacer cero o incluso se puede volver positivo y convertirse en superávit si le baja a los EGRESOS.

Ya es hora de poner al estado mexicano de un tamaño acorde al tamaño de su economía, y capacidad de crecimiento. Ya es hora Sr. Cordero que los que se aprieten el cinturón sean ustedes y no nosotros los ciudadanos y las empresas que generamos riqueza y ponemos los empleos productivos. Ya es hora de aplicar quimioterapia y radioterapia a ese cáncer que está destruyendo México y que es el enorme e insaciable estado Mexicano. Ya es hora de reducir el tamaño del estado Mexicano. ¡Empezando Ahora!

martes, septiembre 14, 2010

Empleos que Destruyen Empleos, El Cáncer que Mata a México

“Nadie debe esperar que algún argumento lógico, o alguna experiencia, pueda sacudir el fervor, casi religioso, de aquellos que creen en la salvación por medio del gasto y de la expansión crediticia.” Ludwig von Mises

El secretario de Hacienda, presentó al Congreso su propuesta de presupuesto para el 2011. En este documento se piden recursos por un millón de millones 954 mil 340 millones de pesos para gasto corriente. Esto es 113 mil 386 millones más que para el año en curso.

Por supuesto, siguiendo la ley del gasto burocrático de resultados decrecientes, esto es, entre más se gasta peores resultados se obtienen, ahora, el rubro objeto de los resultados decrecientes será seguridad y justicia con 106 mil 919 millones de pesos.

Pero el problema más serio no es la enorme magnitud del gasto, el 59 % de todas las erogaciones totales, más grande que todos los ingresos tributarios y de derechos, no, el problema es el crecimiento explosivo, y la inercia que trae el gasto corriente que se antoja imparable. El gráfico que sigue muestra su evolución desde que los políticos de la transición y del “cambio sin rumbo” tomaron el poder ejecutivo.


Zedillo le entregó a Fox un gasto corriente de 765 mil millones de pesos, este ha crecido exponencialmente hasta la cifra actual de casi dos millones de millones de pesos mil 954 millones de pesos para ser exactos. ¡Lo han más que duplicado en 11 años! 155.4 % de incremento. Me pregunto ¿Realmente requerimos un estado de más del doble de tamaño que cuando Ernesto Zedillo le entregó el poder a Fox? Esto es como el cáncer, la burocracia en México es un tumor que crece y crece y que amenaza con destruir, de matar al cuerpo que lo aloja, es un enorme tumor que toma los recursos de la economía productiva y los destruye.

En el post previo me refería a lo escrito por Ludwig von Mises “La política intervencionista ofrece a miles y miles de personas trabajos seguros, plácidos y no demasiado exigentes a expensas del resto de la sociedad”. Estos son los empleos que crea el gobierno, por millones.

Yo lo veo muy claro, este país no crece, y no crece por ese tumor canceroso que tenemos, el gobierno se percata que no se crean empleos, y ¡bingo! Él toma cargo, él los crea, profusamente, en demasía, además, por supuesto, con todas las de la ley, seguridad social, prebendas, pensiones. Para el gobierno no hay límites, no hay quien lo pare. Institutos, Comisiones, Consejos, Pro algo, lo que sea, además de que con la reglamentaciontitis, que si los antros, que si la comida chatarra, que si lo que quieran, a cada reglamento se asocian inspectores, generalmente corruptos, que se emplean para verificar que se cumpla la ley o el reglamento, y éstos vienen en forma profusa, vasta, muchos de ellos, muchos inspectores, muchos, muchos, ¿Cómo es posible esto? Es posible por la maldición que la renta petrolera se ha convertido para México, el “venero del diablo”, los gobiernos de Fox, Calderón, y también el de los gobernadores, han utilizado estos recursos para según ellos sustituir el crecimiento económico que traería empleos productivos, empleos que generan riqueza por empleos parasitarios que destruyen no sólo los recursos que el gobierno nos roba a las empresas y ciudadanos productivos sino que además destruye sin contemplaciones y sin ningún recato ese recurso natural que ha probado ser una maldición para México, maldición por que nos ha vuelto, atenidos, indolentes y ha permitido que el cáncer estado crezca sin control.

Probablemente algún lector pensará que estoy exagerando, no, no lo estoy, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) el estado mexicano es el mayor comparado con el de todos los países de la OCDE. En efecto, es el de mayor tamaño en relación a su PIB y su número de habitantes. El estado mexicano es más grande siguiendo este criterio que los Estados Unidos, Brasil, y todos los países de la Eurozona, incluyendo claro está Grecia, España, Portugal, e Irlanda que hoy se encuentran en serios problemas de deuda originada por su dispendio en el Estado de Bienestar que han implantado, que los ha endeudado y que ahora tienen que dar marca atrás, ante las protestas de sindicatos y sus propios burócratas acostumbrados a sus trabajos seguros, plácidos y no demasiado exigentes. México ha podido librarla, por qué para mantener este mamotreto, este cáncer, no ha importado que los ingresos tributarios no alcancen, tampoco hemos tenido que endeudarnos, por qué tenemos petróleo que nos ha permitido engrandecer a la ubre de la que maman todos los burócratas y políticos con singular alegría.

¿Y Todo Para Qué?

El gobierno federal gasta en exceso y con resultados deficientes en educación, salud y equidad social, de acuerdo con una investigación de la organización México Evalúa.

En el estudio “Evaluación del gasto en educación, salud, infraestructura y equidad social 2010”, se encuentra que casi 90% del gasto ejercido por el gobierno federal se aplica de manera ineficaz, y por ello el país no cuenta con educación pública de calidad ni con los servicios de salud eficientes, al tiempo que no se cumplen las metas en infraestructura y la desigualdad social va en aumento.

El análisis en el rubro de educación arrojó que el sistema educativo del país no es barato, pues el gasto en este sector en proporción con el gasto público total, es mayor, por ejemplo, que el de los países de la Organización para la Cooperación y El Desarrollo Económicos (OCDE), que es de 9%, mientras que el de México es 15%.

Sin embargo, gastar más no ha garantizado un mejor desempeño escolar de los alumnos en las pruebas internacionales, como PISA, ni tampoco la gratuidad de la educación pública, ya que las familias más pobres invierten hasta 10% de su ingreso familiar en imprevistos en este rubro, señala el análisis Evaluación del gasto en educación, salud, infraestructura y equidad social 2010 de la organización de marras.

Lo dicho resultados decrecientes, típico de las entidades burocráticas: Más gasto se traduce en peores resultados.

Así que, seguramente pagarás colegiatura en una escuela de paga, que no privada, por lo que tus impuestos que pagas para tener educación gratuita ¿gratuita? los verás duplicar.

No obstante todo la propaganda por el Seguro Popular. En salud, el gasto público per cápita se ha incrementado al pasar de mil 235 pesos por persona en 1990 a 3 mil 125 en 2008, pero ese incremento no ha mejorado la salud de la población ni la infraestructura y la atención médica, y tampoco ha hecho que los ciudadanos inviertan menos de su propio bolsillo, es decir, pagan por los servicios médicos públicos y, como sucede con la educación son tan pésimos que debe uno de pagarse sus propios servicios médicos. Otra vez, pago doble. Y debe enfatizarse que no se trata sólo de personas de la clase media para arriba que deben desembolsar para procurarse atención médica, no, es gente pobre, gente que le cuesta y mucho pagar por consultas y medicinas.

Además, el gasto administrativo en el sector salud, es decir, la burocracia, es el más alto de todos los países de la OCDE, señala el estudio presentado.

Nos dice el informe de México Evalúa que “En el IMSS, el personal requerido para que funcione un médico de primer nivel es de 20 personas, de las cuales dos son médicos titulares y el resto son doctores de reemplazo, enfermeras, secretarias, asistentes, personal de limpieza, personal administrativo y jefes”.

El derroche sobre el derroche. Y además, no lo dice el estudio referido, hay que ver las canonjías y prebendas que se llevan estos burócratas.

Así que somos un país “peculiar”, de todos los países de la OCDE somos campeones, ocupamos el primer lugar en dispendio, derroche y destrucción de la riqueza, somos el país con mayor gasto público en relación al tamaño de la economía y a la población. Y, al mismo tiempo, también entre los países de la OCDE, somos el último lugar en educación y en servicios de salud.

La Justicia Social, los Derechos Sociales, la Desigualdad, son la justificación “moral” para ejecutar la justicia re distributiva mediante el expolio fiscal, para tener los suficientes recursos para ejercer el denominado “Gasto Social”. Los pobres tan queridos por los políticos.

Sin embargo, este Gasto Social requerido para lograr la Justicia Social no se ha reflejado en una disminución verificable de la pobreza ni en el campo ni en los centros urbanos, por el contrario, la pobreza ha aumentado no obstante que año con año se incrementa el “Gasto Social” tal y como lo demuestra la gráfica siguiente que ya la había presentado en el post (agosto 2009) “La Destrucción de Riqueza del “Gasto Social”


Esta gráfica refleja el comportamiento de dos variables claves: la participación de los dos primeros deciles de la población en nuestro ingreso nacional (es decir, las familias más pobres del país) y la participación del “gasto social” en el gasto federal. El primero ha sufrido una caída de arriba de un 20% en el periodo 1990-2000 (misma que ha empeorado en el presente sexenio), al bajar de un porcentaje de arriba del 5% del ingreso nacional a 4% en la actualidad; el segundo, sin embargo, deja entrever un aumento exponencial en el gasto social, como la proporción del gasto federal total, al pasar de unos 38 centavos de cada peso gastado, a 63 centavos de cada peso en el presupuesto federal.

La conclusión evidente es que las familias más pobres de la economía mexicana se han visto perjudicadas, no beneficiadas, del alza observada en el rubro del “gasto social”. La razón, la “administración” burocrática de toda ayuda a los pobres impide que sea efectiva.

Relacionado con la pobreza, dicen los políticos, son las ayudas al campo, el presupuesto de la SAGARPA, el famoso Pro-Campo, el Programa de Apoyo a la Inversión en Equipamiento e Infraestructura, Programa de Desarrollo de Mercados Pecuarios y Pesqueros, y muchos más. ¿Y cuáles son los resultados de todo este dinero en “apoyos”?


La gráfica muestra la relación entre el gasto en agricultura y el crecimiento del sector para los países de Latinoamérica. México gasta casi el 25% del PIB para que crezca el sector 1.6 % ¡Qué buen negocio! Saben qué… ¡Somos unos imbéciles, dispendiosos! Enfatizo esta grafica compara con países semejantes a México, no son Suizos, o Canadienses, son latinoamericanos como nosotros, sólo que nosotros somos los campeones mundiales del dispendio, y del derroche.

Y esto es así, por que lo mismo que sucede con los programas contra la pobreza, por cada peso que efectivamente llega al campo, antes se gastan decenas en mantener todo el aparatote burocrático que lo hace posible. ¡Qué mas pruebas quieren de que este es el más grave problema de México? Educación, salud, combate a la pobreza, apoyos al campo, en todo somos los peores y en todos somos los que más gastamos.

Este presupuesto, como todos los previos es a lo que nos lleva el corporativismo, el sindicalismo del viejo PRI, que nunca murió con la “alternancia”, por el contrario, lo hizo crecer exponencialmente. Somos el país con el estado más ineficiente y dispendioso del mundo.

Lo peculiar, lo curioso es que “los salvadores” de la patria, culpan a todo menos a lo que realmente tiene a México como nos tienen: López Obrador, ese culpa a “la mafia en el poder”, Peña Nieto el retorno de los brujos, su retorno, sólo su retorno y nada más que su retorno, el del PRI nos volverá a poner en la senda de la prosperidad, es diosito copetes el señor. Ninguno ve en el crecimiento exponencial del tamaño del estado amenaza alguna, y la causa más importante de nuestra incapacidad de crecer como correspondería a nuestros recursos naturales y nuestra gente.

No, nuestros políticos son cínicos, o autistas, quién sabe que serán. Sólo hay que ver la declaración de Ernesto Cordero, nuestro secretario de Hacienda, que no sabe una papa de economía, pero ahí está, asegurando que no es una mala noticia para México que el gasto corriente crezca.

"¿Cómo explicarle a la gente que está aumentando el gasto corriente? Pues explicándole lo que pasa; si se le aumenta el presupuesto a la UNAM, es gasto corriente; si se aumentan los recursos al Seguro Popular, esto es gasto corriente; si se aumentan los programas de combate a la pobreza, esto es gasto corriente", argumentó.

¿Cómo explicarle a la gente Sr. Secretario, que somos el país en el mundo, sí señor, campeones mundiales, que más eficientemente destruye la riqueza generada por la gente que trabaja en labores productivas, y la monetización de los recursos petroleros? ¿Cómo decirle a la gente para que entienda que el problema de México son ustedes, ineficientes y derrochadores? ¿Cómo explicarle a la gente Sr. Secretario que son ustedes, no sólo los políticos, toda la burocracia, la enorme burocracia, la que el año entrante necesitará devorar un millón de millones 954 mil 340 millones de pesos, es el cáncer que está destruyendo al México productivo y que por eso no hay crecimiento económico y cada vez hay más pobres? ¿Cómo explicarle a la gente que para que sus “derechos sociales” esto es, todo lo que dicen ustedes es gratis, es en la realidad lo que los mantiene pobres? ¿Cómo explicarle a la gente que el intervencionismo estatal termina convirtiéndose en comunismo? ¿Cómo señor secretario? ¡Cómo!

martes, septiembre 07, 2010

Intervencionismo y El Desempleo

Para empezar vamos a suponer que el empleo significativo en la sociedad es tarea del sector privado de la economía, que no somos, al menos declaradamente una sociedad comunista o socialista (es lo mismo), esto por definición implica que los medios de producción están mayoritariamente en manos de particulares, por tanto, el empleo debiera de provenir también en su mayor parte del sector productivo y no del sector público.

La diferenciación entre empleos que provienen del sector público y los que provienen del sector privado es muy importante, los primeros no producen riqueza, son parasitarios a la economía dependen para subsistir del dinero que el gobierno retira a los particulares mediante su poder de coerción y compulsión, esto es, el expolio fiscal, los impuestos, deuda pública y finalmente inflación. Por tanto, existen trabajos buenos y malos, los buenos generan riqueza y bienestar para la sociedad, los malos no.

En los países totalitarios como en la extinta Unión Soviética que clamaba que no existía el desempleo, que eso, era una enfermedad del capitalismo. Ahí, en su tasa cero de desempleo estaban los que hacían el equivalente a cavar hoyos, seguidos de otros que los tapaban.

En su libro “Socialismo” Ludwig von Mises escribe que “La política intervencionista ofrece a miles y miles de personas trabajos seguros, plácidos y no demasiado exigentes a expensas del resto de la sociedad”. La burocracia cuando paga impuestos, tan sólo regresa una porción en cambio el trabajador privado es un pagador neto de impuestos.

Lo que escribe Mises es bien cierto, trabajos seguros, esto es la posibilidad de despido es ínfima, tienen asegurada su jubilación con pensión, muchas veces con percepciones mayores a cuando estaban en activo y no son nada exigentes. El “funcionario”, puede pasar la vida entera bastante bien con un mínimo de esfuerzo, siguiendo las “reglas” de su sindicato y de sus jefes y esperando aumentos escalafónarios por antigüedad. Vida plácida y segura sin demasiados sobresaltos. Es por eso que muchos jóvenes, aspiren a ser “funcionarios”, particularmente en países como Francia, España y, en general todos los países social democráticos en donde el Estado de Bienestar ha sentado sus reales, por supuesto México e increíblemente en los Estados Unidos, país en que en una década ha tenido una explosiva expansión burocrática.

Para la creación de estos empleos no es necesaria más que la voluntad de los políticos y meterlos al presupuesto, no hay consideraciones de nada más. Una nueva agencia, instituto, inspectores de reglamentación, lo que sea, siempre el gobierno voraz en expansión hallará los caminos para incrementar su ejército de ciudadanos al servicio del estado, servidores públicos o “funcionarios”.

Pero los asuntos se tornan mucho muy diferentes cuando se trata de crear empleos productivos, esto es empleos que producen riqueza.

Por supuesto y para empezar se necesita que existan empresas, entre más mejor que demanden de los servicios personales de la población. Esto va ligado al asunto del crecimiento económico y éste a su vez al problema de la acumulación y su posterior inversión de capital.

Sin embargo, el problema del desempleo va más allá. Existe un problema de desconexión entre los que están dispuestos a trabajar y los empresarios que los contratarían.

Esa desconexión se llama asequibilidad. Ahora las empresas no pueden contratar nuevos trabajadores, lo tienen que pensar muy pero muy bien antes de crear una nueva plaza. Por el contrario, les dejan ir. Por eso el desempleo es alto, está en dobles dígitos como proporción de la fuerza productiva. Y el problema continuará extendiéndose, inexorablemente mientras existan barreras para la contratación entre empresarios y trabajadores.

En el post previo escribía, que para explicarse el desempleo no se busca en las políticas relacionadas con los salarios y las leyes laborales, no se busca en los sindicatos y la asistencia y garantía de estas políticas públicas erradas por parte de los gobiernos.

Esas son las barreras, trabajo hay, mucha gente podría trabajar, pero el trabajo es un costo que incide en los precios de los productos o servicios, y es demasiado caro pagar por el trabajo que se tiene que hacer. Todas esas leyes “justas” para los trabajadores que tienen empleo no hacen sino encarecer el costo del empleo, y no sólo eso, producen enormes efectos colaterales, como posibles demandas de un trabajador despedido que se traducen en litigios onerosos y largos, siendo estas entre otras la principal razón para que el empresario limite lo más que sea posible la contratación de empleados. ¿No es absurdo que se vea a la contratación de un empleado como un ya no me queda más que contratar, en lugar de vamos a contratar si las cosas van mal lo puedo fácilmente despedir? Esto, es la falta de asequibilidad, contratar es como una trampa de la que no es fácil salir, resultado, el desempleo continua inalterado.

El empleo debiera ser un asunto contractual, libre entre dos partes: El empleador y el empleado, las condiciones y términos del contrato debieran también ser un asunto entre éstas dos partes involucradas, y sólo entre las partes implicadas: Yo necesito de tus servicios personales para esto y aquello, durante tanto tiempo y por ello y te voy a retribuir con tal suma de dinero. Si está de acuerdo el que será empleado firmarán el contrato y se acabó el asunto. Uno se pone a trabajar prestando sus servicios personales y el otro a pagar por ello durante el tiempo estipulado.

¡Pero no! Tienen que meterse terceros al contrato. Estos terceros son la intervención del gobierno y los sindicatos que suponen que, por un lado el empresario es un rufián explotador, y por el otro, que el trabajador es una víctima de la explotación del perverso capitalista que siempre va a querer que el trabajado lo haga por el mayor tiempo y con el más bajo sueldo posible. Así, que intervienen y obligan a introducir cláusulas en el contrato que de otra forma no estarían ahí. Resultado final, como al empresario le es muy onerosa la contratación bajo estas condiciones pospone lo más posible emplear, y ¡bravo! Lograron que alguien que estaría dispuesto a trabajar bajo las condiciones propuestas por el empresario no lo pueda hacer. La ley, la intervención del gobierno lo desempleó. Seguirá buscando, probablemente infructuosamente hasta que algún empleador le de el empleo anhelado ¿Y mientras?

Debe enfatizarse que aunque genéricamente estoy usando la palabra salario, en realidad me refiero no sólo al efectivo que recibe el trabajador, existen muchos más componentes en el salario, que acaban aumentándolo considerablemente,

* El alto impuesto al trabajo que roba recursos a empleados y empresarios.
* Las leyes que amenazan a empresas con pleitos si se despide al empleado.
* Las leyes que establecen miríadas de condiciones para contratar más allá de la condición basada en el mercado que es la que importa: ¿puede hacer el trabajo?
* Los beneficios obligatorios que los empresarios deben proveer a cada nuevo empleado bajo ciertas condiciones.
* El impuesto en las retenciones que impide a empresarios y empleados llegar a acuerdos entre sí.
* Las restricciones de edad
* Las restricciones en horas de trabajo, por ejemplo, no se puede en muchos países como en México contratar por unas cuantas horas. O en otros se reduce a 35 horas a la semana.
* Los impuestos de la seguridad social y de la renta que juntos devoran casi la mitad de las rentas de nuestros contratos.
* El reparto de utilidades obligado a los trabajadores que no son más que un impuesto sobre la renta más, que se suma a aquel y que merma la rentabilidad de las empresas.
* Las leyes sindicales que permiten a los matones saquear una empresa y alejar a trabajadores a los que les encantaría tener la oportunidad de ofrecer sus servicios por menos.

Todas estas son algunas de las barreras de que hablaba, todas ellas inciden en complicar las cosas para poder emplear.


Salarios Mínimos, Salarios Impuestos son Desempleo

Las leyes que imponen salarios mínimos, tanto en forma general, como en forma particular impuesta por los contratos colectivos de los sindicatos son leyes que literalmente matan el empleo sobre todo de trabajadores bisoños o sin habilidades especiales.

¿Qué está mal en las leyes que fijan un salario mínimo “decente” y un número específico de horas? Esta pregunta ha propiciado intensos y acalorados debates. Por ejemplo el extinto senador Edward Kennedy, argumentaba acaloradamente defendiendo que el salario mínimo impuesto por el gobierno era ni más ni menos que el asunto es ni más ni menos lo que define a nuestra sociedad. Si se premia al trabajo, si se tiene respeto por los individuos que trabajan duro y juegan siguiendo las reglas, si vamos a seguir las grandes enseñanzas de Cristo que inspiran a muchos de nosotros en términos de nuestras responsabilidades con nuestros conciudadanos, seres humanos. Y si creemos en los principios fundamentales de nuestra ética Judeo-Cristiana no podemos cuestionar que deberá existir un salario mínimo que le proporcione al trabajador el mínimo de condiciones para vivir con dignidad.

Seleccioné a Ted Kennedy y no discursos marxistas de explotación, para poner en relieve lo cargado de emociones que está el asunto. Al leer lo dicho por el senador Kennedy cargado de emoción, esta vez invocando a las enseñanzas religiosas no puede uno más que aceptar que es bastante persuasivo.

El problema es que en el mundo real, las leyes de salarios mínimos no contribuyen de forma alguna para ayudar a los pobres. Por el contrario, incrementa el número de desempleados, y en consecuencia de pobres, en el mundo real.

¿Por qué? Por qué entiéndase, el salario es un precio, un costo, si éstos suben, se podrá comprar menos de eso, y ese eso es trabajo humano y esto se acentúa con la gente que no tiene estudios ni habilidades especiales.

El fijar un precio de un factor de producción es intervencionismo, el fijar el nivel mínimo de los salarios y peor aún el fijar tal como lo hacen los sindicatos, mediante salarios escalonados, lo que llaman escalafón es de la mayor importancia práctica para entender el desempleo. Así tenemos por un lado a un gobierno y a unos sindicatos que fijan los salarios que deben pagársele a la gente, y por el otro lado tenemos a todos aquellos, desempleados, que estarían dispuestos a trabajar sin acatar estas órdenes impuestas. Los salarios arbitrariamente fijados por gobierno y sindicatos tienden a causar el desempleo de porciones cada vez más importantes de la población. Aquí, en algunos países, no en México, el gobierno otorga un alivio mediante subsidios al desempleo o seguro de desempleo. En México y en muchos países de América Latina donde no existe tal seguro, el desempleado es forzado a buscar en la economía informal o la migración para subsistir.

Los economistas están de acuerdo que los salarios son un fenómeno de mercado por lo que existen fuerzas operativas en el mercado tales que si los salarios tienden a salirse de su precio (nivel) correcto tienden a regresarlos a un punto tal que esté de acuerdo con el mercado, no es posible darle así no más por que sí mayores salarios a los trabajadores, sus salarios se convertirán en inflación y pérdida de competitividad en las empresas en las que laboran y más temprano que tarde, en términos reales, no nominales, sus salarios retornarán al nivel que el mercado les impone. Si, por el contrario, los salarios caen por debajo de su precio de mercado, los emprendedores que buscan empleados competirán entre sí elevando los salarios. Si los salarios crecen más allá de las condiciones impuestas por el mercado, una parte de la demanda por trabajadores será eliminada y la presión de aquellos que han quedado desempleados forzarían los salarios a la baja otra vez. Aún Karl Marx estaba de acuerdo que es imposible que los sindicatos suban permanentemente los salarios más allá de las condiciones de mercado. Los sindicatos por supuesto nunca han respondido a este argumento meramente se han avocado a condenar a la economía como “una ciencia atroz e inhumana”.

El negar que el aumento de salarios arbitrario, no acompañado por aumentos en la productividad, más allá de un punto prescrito por las condiciones del mercado debe necesariamente lleva a una reducción del número de trabajadores empleados es equivalente a decir que el tamaño de la oferta, esto es de los que buscan trabajo no tiene influencia en el nivel de los salarios. El que los salarios en México sean mucho menores que los equivalentes para trabajos iguales en Alemania o EU, se debe a que en esos países el capital invertido por habitante es mucho mayor, esto es, hay más empresas, más empleadores y por tanto mayor facilidad para absorber con mejores salarios a los trabajadores.

Así que debe de entenderse ante todo que los salarios son un fenómeno de mercado y que en un determinado momento su nivel está determinado por la oferta de trabajadores y por supuesto que también de los demás factores que intervienen en la producción y la demanda de los consumidores. Si por un acto de intervención los salarios son impuestos a un nivel superior al del mercado una porción de la gente disponible para trabajar no podrá ser empleada y aparece el desempleo. Es exactamente lo mismo que sucede con las materias primas, si el productor de éstas pide un precio más alto que lo que ofrece el mercado se quedará con su mercancía y no podrá venderla.

Lean cualquier relato de la historia económica desde la Baja Edad Media hasta el siglo XIX y traten de encontrar alguna evidencia de la existencia de desempleo. No la encontrarán. ¿Por qué? Porque el desempleo prolongado es un elemento del mundo moderno, creado por el estado intervencionista. “Nosotros” tratamos de curarlo y “nosotros” acabamos haciendo lo contrario.

Todo lo que hay entre la terrible realidad presente de tasas de desempleo con dobles dígitos y el desempleo del 0% son los políticos y los sindicalistas que se muestran neciamente incapaces de reconocer su error. ¿Cuánto tiene que subir más la tasa antes de que admitan el error?

Seguirán insistiendo, como el senador Kennedy, que se requieren buenos salarios remuneradores, no queremos “explotación” dirán. Con esto no hacen más que afirmar que es mejor estar sin un centavo de ingresos, que explotado. Si por el salario actual es explotación deberíamos de crear más desempleo fijando el salario mínimo en mil pesos al día. Con esta medida, sin lugar a dudas que acabaríamos con la “explotación”, pero aumentaríamos el desempleo al 99 % de la PEA.

Les propongo, por tanto, una definición de explotación que proviene de las obras de William H. Hutt: violencia o amenaza de violencia implícita en la negociación de cualquier cosa que afecte a la vida de un trabajador o empresario. En ese sentido, el sistema actual es una explotación. A los trabajadores se les roban los salarios. A los empresarios se les roban las utilidades y la capacidad de crecer e invertir. A la gente pobre y la gente joven especialmente se les roban las oportunidades.

¿Y quién es el responsable de esta explotación de sistema? El intervencionismo del gobierno, de quien más.

¿Qué pasaría sí las barreras que he enlistado que evitan el empleo se eliminaran, al menos las más importantes? Bastaría con una acción del Congreso para hacerlo, estoy totalmente seguro que la tasa de desempleo bajaría muy rápidamente. Sería mucho más fácil otorgar y en consecuencia obtener un empleo. Habría asequibilidad.

Dependiendo de la credibilidad de la nueva política, las empresas empezarían a contratar inmediatamente. Sería algo digno de contemplar: Sin embargo, esta nueva política tendría que ser algo seguro y no algo que se anule en unos pocos meses, no una medida de “emergencia por la crisis”. Nadie quiere invertir en empleados sólo para luego deshacerse de ellos. Así que no podría haber fecha de expiración en la nueva política de laissez-faire.

Presionemos a nuestros legisladores, ellos tienen el sartén por el mango: No hacer nada es continuar con el intervencionismo, leyes “justas” para los que ya están empleados, que se traduce en... desempleo, pobreza, y tensiones sociales, o laissez-faire lo más que se pueda, para tener empleo, crecimiento económico y prosperidad. Razonemos responsablemente que es lo que queremos.