viernes, julio 13, 2012

Llegan los Peores

“Llegan los peores” F.A. Hayek
“No soy demócrata” F.A. Hayek


¿Es Enrique Peña Nieto el mejor de los mexicanos que puede gobernar este país? Aún más ¿Sería Andrés Manuel López Obrador el mejor? Ambos contendientes están muy limitados tanto en sus capacidades culturales, intelectuales y de conocimientos necesarios para la administración y conducción del país. Y esto no es exclusivo de México, en general, los gobernantes no sólo son malos administradores, son en general inmorales. Se requiere en democracia que el gobernante sea eso, una persona inmoral.

Nos escandalizamos de la compra de votos, si en realidad la enorme mayoría de los votos son comprados, de una u otra forma mediante las prácticas inherentes a los gobiernos democráticos  por la redistribución de la riqueza, que en realidad es la destrucción de ella.

Después del derecho a la vida, el derecho a la propiedad es el más importante e indiscutible, es el resultado natural de toda actividad humana. Dueño de mi cuerpo y de mi mente, soy dueño absoluto de todo lo que hago y de la riqueza producto de mi esfuerzo y de mis pensamientos. Sin embargo, con un hombre o mujer un voto, combinado con la “libre entrada” al gobierno implica que en democracia cada persona y su correspondiente propiedad  están al alcance de poder ser apropiado por cualquiera.

¿Que qué tipo de “negocio” o actividad es gobernar? La respuesta: no es un productor usual de bienes o de servicios en venta a consumidores voluntarios. Por lo tanto es un “negocio” dedicado a robar y a expropiar –por medio de impuestos obtenidos mediante la coerción y la compulsión  y  de la falsificación, entre otras cosas, de algo muy importante como es el dinero que debiera de tener la propiedad de almacenar valor, y a guardar para sí los bienes robados. De ahí que, la libertad de entrar en el gobierno, que además es muy relativa puesto que no puede un entrar si no se es afiliado a algún partido político,  no mejora algo bueno. En realidad, hace las cosas peores, es decir, agrava lo malo.

En toda sociedad existen personas que codician la propiedad de los demás, que les tienen envidia a los que tienen. Algunas personas se sienten avergonzadas de tales pasiones, y aún más se sentirían avergonzadas de tenerlas. Entre los hombres comunes cualquier persona que tome por la fuerza la propiedad de otros son tratados como seres antisociales, violentos, criminales y castigados físicamente con cárcel. Sin embargo, cuando pasamos a pensar en el gobierno, sus deseos de redistribución, esto es, tomar por la fuerza la propiedad de los que tienen, deja de ser inmoral para ahora convertirse en algo legítimo y deseable. Todos pueden codiciar abiertamente la propiedad de otros en nombre de la democracia; y todos pueden actuar bajo este deseo por la propiedad de otros, siempre y cuando logren entrar en el gobierno. De ahí que bajo la democracia cualquiera pueda llegar a ser una amenaza. En consecuencia, bajo condiciones democráticas, el popular deseo por la propiedad de otra persona, aunque inmoral y antisocial, es sistemáticamente reforzado. Toda demanda es legítima si es proclamada públicamente bajo la protección especial de la “libertad de expresión”. Todo puede ser dicho y reclamado, y todo está a disposición de cualquiera. Ni siquiera el aparentemente seguro derecho de propiedad privada está exento de alguna solicitud de redistribución. Peor aún, mediante elecciones populares, aquellos miembros de la sociedad con poca o ninguna inhibición para hacerse con la propiedad de otras personas, esto es los amorales habituales, y con gran talento para obtener las mayorías populares para una multitud de demandas moralmente irreprimidas y mutuamente incompatibles (demagogos eficientes), tenderán a ganar entrada y ascenso a la cima del gobierno. De ahí que, una situación mala llega a ser todavía peor.

Sin importar el criterio que las defina, toda redistribución democrática implica “tomar” para decirlo suavemente de los propietarios originales, productores, de los que tienen algo, para dárselo a los no tienen y no producen a los que no tienen algo. El incentivo para tener o producir es reducido, mientras que el incentivo para no tener y producir es incrementado. Así la economía no tiene crecimiento como consecuencia de subsidiar a los individuos sólo por qué son pobres  y el resultado final de estos incentivos y desincentivos es que la pobreza aumenta. Al subsidiar a la gente desempleada se creará más desempleo. Al dar dinero a las madres solteras proveniente de los impuestos incentivará que habrá más madres solteras y divorcios. Al prohibir que los jóvenes debajo de 18 años trabajen, los ingresos son transferidos de las familias con hijos a aquellas que no los tienen. Por el contrario al otorgar educación gratuita se transfieren ingresos de las familias sin hijos o de aquellos que optan por la educación de paga a las familias con hijos o con muchos hijos, resultando en una mayor tasa de nacimientos. Sin embargo, el valor de tener hijos caerá debido al sistema de pensiones establecido en la seguridad social. Los pensionados recibirán su dinero de los impuestos extraídos de los jóvenes de tal modo que la cohesión familiar se desintegrará gradualmente: Los adultos mayores no necesitan de sus hijos si no hicieron provisiones para su vejez. Así el deseo de los padres por tener hijos declinará. Para los individuos hacer provisiones para su futuro será innecesario, el ahorro y la formación de capital quedarán cancelados favoreciendo el consumismo.

Pero más importante aún al obligar a la gente que produce y que tiene propiedades a subsidiar a “políticos”, “partidos políticos” y “servidores públicos”, que no pagan impuestos, reciben impuestos, habrá más gente que quiera ser “funcionario” o “político”, y habrá menos riqueza, menos productores, menos capital y por consiguiente menor productividad en la economía habrá más dispendio organizado por éstos parásitos y parasitismo gente que vive del trabajo de otros.

La selección de gobernantes por medio de elecciones populares hace casi imposible que una persona buena o inocua pueda jamás subir a la cúspide. Por principio, debe de parecerle “normal” el redistribuir , o lo que es lo mismo robar la propiedad de unos. Los presidentes son escogidos por su eficiencia probada como demagogos moralmente laxos. Por lo tanto la democracia asegura virtualmente que sólo personas malas y peligrosas suban al más alto gobierno. Efectivamente, a consecuencia de la libre competencia y selección políticas, los que suben llegan a ser individuos cada vez más malos y peligrosos, pero como vigilantes transitorios e intercambiables sólo en pocas ocasiones son asesinados como ocurría con los gobiernos monárquicos cuando el rey salía malo. No puede haber mejor cita que la de H.L. Mencken en este contexto.

"Los políticos,” dice con su agudeza típica, “nunca o rara vez logran (el cargo público) por mérito solamente, por lo menos en estados democráticos. A veces, claro está, sucede, pero sólo por un milagro especial. Normalmente son escogidos por razones bastante diferentes, la principal de las cuales es simplemente su poder de impresionar y hechizar a los marginados intelectuales…. ¿Acaso alguno de ellos se aventura a decir la verdad simple, toda la verdad y nada más que la verdad acerca de la situación real del país? Por supuesto que no."

 "¿Se abstendrá de hacer promesas que sabe que no puede cumplir –que ningún humano podría cumplir? ¿Pronunciará una palabra, por obvia que sea, que alarme o enajene a cualquiera de la inmensa mayoría de imbéciles que se agrupen en la coyuntura pública, mamando de la ubre cada vez más y más flaca, esperando que llegue lo que no ha de llegar? Respuesta: puede ser cierto, pero sólo por unas pocas semanas al comienzo…."

Pero nunca después de que el asunto se haya debatido suficientemente, y la lucha esté en su punto álgido…. Prometerán a cada hombre, mujer y niño en el país, cualquier cosa que quieran oír: Reactivarán la economía, por supuesto. Recorrerán los campos en busca de oportunidades de hacer rico al pobre, de remediar lo irremediable, de asistir al que ya ni siquiera necesita socorro, de descifrar lo indescifrable. Todos estarán dando empleos con palabras mágicas y saldando la deuda pública con dinero que nadie tendrá que ganar. Cuándo uno de ellos demuestra que dos veces dos son cinco, otro demostrará que son seis, seis y una mitad, diez, veinte, N+1. Para abreviar, se despojarán de su carácter de hombres sensatos, sinceros y veraces, y se convertirán simplemente en candidatos para el oficio, centrados solamente en obtener votos, los codiciados votos, al precio que sea para sí mismos. Todos sabrán en ese entonces, suponiendo que algunos aún no lo sepan, que los votos se obtienen en la democracia, no con palabras coherentes y juiciosas sino diciendo tonterías, entre más tonterías mejor, y se aplicarán al trabajo con entusiasmo, cantando y bailando. La mayoría, antes que el alboroto termine, ya estarán realmente convencidos. El ganador será quien haga la mayor cantidad de promesas con la menor posibilidad de cumplir. Y claro, que los votantes se la crean.

Por eso llegan los peores, porque para ser gobernante en democracia se requiere primero y ante todo ser inmoral, después ser mentiroso y finalmente hacer hasta lo imposible para asegurarse para él o su partido de la reelección, esto es, no perder el poder, así que no dudarán en endeudar el futuro para permanecer en el poder.

Por eso, como Hayek, yo no soy demócrata. Por su misma esencia en democracia llegan los peores.



12 comentarios:

  1. Anónimo10:46 a.m.

    Carlos de Mérida

    como siembre, un placer leer tus publicaciones México liberal.

    Felicidades por el libro, ya lo empecé a leer y lo difundiré entre mis amigos.

    Saludos!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Carlos.
      El post que sigue es también sobre crisis económicas, viene una espantosa, bueno ya estamos en ella, sólo que sus efectos creo que se van a dejar sentir hasta fines de agosto, principios de septiembre, aunque claro, no soy brujo, puede retrasarse.

      Borrar
  2. Roberto1:35 p.m.

    Antes que nada me gustaría decirte que coincido con el tema central de tu post: desacuerdo hacia la apropiación gubernamental de los bienes producidos por la gente trabajadora y su grosera "distribución" entre quienes se sentaron a esperar recibirla cómodamente, manita extendida de por medio.

    Sin embargo, pienso que, ya sea democracia, dictadura o monarquía, quienes asumen las altas jerarquías de los gobiernos se comportan casi de la misma forma: hay que tener medianamente contento al vulgo para mantener el privilegio de seguir acarreándolo.

    Hemos sobrevalorado nuestra pretendida inteligencia frente a los organismos que nos acompañan en el planeta: nos comportamos como manadas necesitadas de alguien que nos haga "el grandísimo favor" de controlar nuestras vidas. De ahí surgen las lacras de todas las formas de gobierno que tienden a hacer su regalada gana. De las institiciones religiosas mejor ya ni hablamos.

    La democracia es un caro ejercicio que, sin embargo, cumple con el propósito de los placebos: hacer creer a quienes "la ejercen" que de verdad juegan un papel de importancia en el destino de sus patrias o naciones. Tristemente es un mal necesario, considero. Mi pregunta, hecha con la mejor intención es: ¿cuál sería la forma de gobierno que sugerirías?

    Saludos

    ResponderBorrar
  3. Roberto, la República, que aunque en México se diga "República Mexicana", no es tal, República es la administración de la cosa pública basada en leyes, pero en leyes, pocas y muy específicas, y por supuesto en un Estado que se sujete a lo que debe de hacer: Proporcionar seguridad física y patrimonial, establecer los árbitros o jueces para que los particulares puedan resolver civilizadamente sus diferendos, la obra pública podría ser también pero no toda, sólo la municipal, carreteras, vías férreas, etc. pueden perfectamente ser privadas. Ante un gobierno así de limitado, seleccionan los más capaces a los administradores de todo esto. Esto en realidad no es novedoso, vete a Suiza así funcionan.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Anónimo6:33 p.m.

      Se esta confundiendo democracia con sistema político ó forma de gobernar. El primero es una de las formas de elección de los representantes en el gobierno, de quienes van a tener el monopolio del poder. Pero por si misma, la democracia, no forma o crea un sistema político o forma de gobierno, esto es, el sistema de representación de autoridad del estado. El cual, si estoy de acuerdo, debe ser el de división de los poderes, para evitar los abusos del monopolio del poder, en oso coincido que la republica es el sistema que mejor se adapta a hacer prevalecer la libertad del individuo. Pero que modelo es el mejor para elegir a inmorales, habrá que discutirlo.

      atte. Francisco Guerrero (focojazo@hotmail.com)

      Borrar
    2. No, Francisco, muchas gracias por tu observación. La democracia es el gobierno del pueblo, y lo hace mediante los representantes populares en las cámaras. El legislativo crea "leyes", todo lo que hace lo son, aunque no siempre son leyes que van de acuerdo a la moral. La República es diferente es un sistema basado en leyes, las leyes por así decirlo primarias, las que garantizan la convivencia pacífica y cooperativa entre seres humanos, y que por tanto son pocas, recomiendo la lectura de "LA LEY" de F. Bastiat, y sus administradores son elegidos no por el pueblo, sino por gente apropiada por sus méritos y reconocida honestidad y son eso administradores, no gobernadores, administran el desempeño de la cosa pública pero no intentan modificar su curso natural. No en balde Benjamin Franklin dijo que lo que dejaban los Padres Fundadores era un República, si es que pueden mantenerla dijo. En la Constitución de EUA no existe la palabra democracia, sin embargo, en la práctica cayeron en ella desobedeciendo la voluntad de los Padres Fundadores.

      También recomiendo la lectura de "La República" de Platón, que dicho sea de paso era antidemócrata, a la democracia la consideraba el gobierno de la "chusma". Que eso es.


      Creo que es un tema que da para mucho y voy a seguir sobre él.

      Borrar
    3. Anónimo12:01 a.m.

      Perdón, a lo mejor no me di a entender bien, aun ponderando en el termino clásico como sistema político a la democracia, tal cual se menciona: "el gobierno del pueblo". Su sistema por si mismo no tiene el objetivo de limitar "el monopolio de la fuerza" o al menos acotarlo. Porque pensar, que hay sistemas políticos democráticos en la actualidad, seria al menos ilógico. Por lo que lo único subsistente del termino democracia que tenemos, es el de la participación ciudadana en la elección de sus. Siendo de esta manera que para la mayoría de las personas pudiera existir esta confusión entre un sistema político y un método de elección de representantes, que en el sentido practico de la palabra democracia, es lo que prevalece. Es en este sentido que quise colocar el plano de la discusión.

      Atte. Francisco Guerrero

      Borrar
    4. La República de Platón describe un estado totalitario, ver the socialist phenomenon de Shafarevich. Están muy confundidos con este rollo de 'república', hay muchos significados distintos.

      Borrar
  4. ¿sera facil solicitar entrar a Suiza? por que de aqui a que Mexico sea realmente una Regpublica... falta mucho! Felicidades por tus articulos!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. ¿Sabías que en Suiza para empezar cada Cantón es un Estado completamente independiente, tiene cada uno sus propias leyes, y por ejemplo las tasas de impuestos varían de uno a otro? y que cuando se quiere establecer una ley, esta es votada por voto directo, no por diputados, directamente. Claro está hacer leyes es muy difícil, y por consiguiente son pocas, pero respetadas.

      Borrar
  5. Siempre he pensado que la política es algo hermoso y fundamental que necesita cualquier país, el problema radica en el tipo de personas que hacen política. Y aquí es dónde no comparto tu pensamiento, pues te cito: "Se requiere en democracia que el gobernante sea eso, una persona inmoral", no, todo lo contrario, se requiere una persona MORAL. Sólo que la política la han desvirtuado todos esos canallas que nos han gobernado en el transcurso de más de 70 años y 12 del actual. Prometen y prometen, como en el 2000 que iban a meter preso a Salinas, o que iban a solucionar el problema de Chiapas en 15 minutos, y al final quedan en ridículo. O en el 2006, como Calderón que iba a ser el Presidente del empleo, y al final fue el del desempleo. Y además, bañó en sangre a nuestro México. Y para terminar de rematar, no son HOMBRES, porque se les pregunta si han cometido errores y para ellos han hecho un buen trabajo. Creo que AHÍ radica un otro gran problema, en que a las personas LES CUESTA mucho aceptar sus errores. Y estamos mal, cuando uno comete un error, debe de pagar por ello y estar conciente. Pero no, no queremos pagar nada. Y eso es algo que hacen mucho los políticos, NO TIENEN MORAL. Y para gobernar se necesita eso. Porque en lo particular, así me crecieron: con el ejemplo se educa. Y ellos no se dan cuenta, que son el ejemplo del PAÍS. En vez de querer ser recordados como GRANDES LÍDERES, que nos LLEVARON hacia la libertad, hacia la prosperidad, sólo les preocupa llenarse sus bolsillos.

    Y si, como bien dices, nos prometen una maravilla y que solucionaran todo, cuando creo que el gobierno está PARA GUIARNOS, para mostranos el camino, hablando coloquialmente. Pero no, sólo quieren gobernar de mala manera, imponer y al final satisfacerse así mismos lo más que se pueda.

    Por último, el título del Post me hizo reír, pues no sé por qué me acordé de un video que circula en Youtube sobre Hayek vs Keynes. No sé si lo habrás visto, pero por si las dudas: http://www.youtube.com/watch?v=8pzfj0nBj5A
    Está genial, y más la música. Es pegajosa.

    Saludos.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Ernesto, en la democracia "redistributiva", parte la inmoralidad, al político le debe parece "normal" apropiarse de tu patrimonio en la cantidad que el quiera. Robo es robo, y que sea el Estado o el político, no cambia en un ápice la violación a uno de los derechos fundamentales del hombre. Un hombre que piensa que está bien despojar a otros, es un ser sin moral, y ahí parten todos los problemas del sistema democrático.

      Borrar