lunes, marzo 18, 2013

El Camino al infierno la ¡Deuda Gubernamental!

Si todavía existe algún lector después de leer los dos post previos que defienda el gasto gubernamental, seguramente que, si es sensato, si no está ciegamente ideologizado, con este, estoy seguro que cambiará de opinión, y podrá, como es mi intención, claramente comprender que los gobiernos (todos) son el problema, y nunca la solución de nuestros problemas.

Con los gobiernos pasa exactamente lo mismo que con cualquier persona irresponsable con sus manejos financieros: Nunca ahorra, vive de crédito, y cada vez toma más crédito, hasta que un día se encuentra que su ingresos ya son una parte muy importante para poder pagar sus intereses, lo que se dice servir sus créditos, pero, no para, su manera de solucionar el problema es  seguir, contratando más tarjetas de crédito para pagar los vencimientos de sus otras tarjetas más hipotecas, más créditos automotrices. Pero un día, ya no le dan más créditos ni tarjetas, y se encuentra con la espantosa realidad de que tiene que pagar todos los créditos que tomó, y que el pago de sólo los intereses es del 80 % de sus ingresos. Pronto, tendrá que vender mucho de lo adquirido, para poder seguir pagando, pronto caerá en el impago, y le caerán los juicios, lo lanzarán de su casa, le quitarán sus automóviles, el tipo, está en quiebra.

Este cuento, real para algún individuo, es también cierto para las empresas. Por ejemplo, la mexicana Cemex basó su expansión transnacional en base a créditos, sus cálculos, le decían que todo estaba bajo control, todavía al iniciar la crisis de Lehman Brothers, la inmobiliaria, compró a crédito a la empresa australiana Rinker por 17,000 millones de USD. Hoy, su relación pasivos a valor de capitalización es de 18 veces. Está técnicamente quebrada, en estos momentos sobrevive por la baja brutal de las tasas de interés, pero esto no va a ser por siempre. Historias similares pueden contarse de otras empresas quebradas como GM, Chrysler, USS Steel, y tantas otras, que caen en la trampa de la expansión del crédito, creen que las condiciones de bajos intereses son eternas, y cuando cambia la situación, caen en desgracia.

Y, finalmente, lo mismo es cierto para los gobiernos, que se comportan muchos de ellos, la mayoría, con absoluta irresponsabilidad.

El gasto público del que hemos venido hablando, se financia de tres formas: Con los impuestos, con la emisión de deuda, y, con la más nociva de todas, con la inflación, que como veremos es consecuencia de la segunda.

La deuda gubernamental existe por qué los gobiernos no tienen paro, no tienen límite, son como el individuo con el que empecé este post. Quiere quedar bien con los “demos”, con la gente, quieren llenarlos de regalos, quieren hacer mucha obra pública, eso “viste” mucho al político, por eso AMLO, por ejemplo se arrancó con sus segundos pisos, son como modernas pirámides, enormes, visibles. En cambio obras como el drenaje profundo, que son necesarias, son postergadas, nadie las ve, la obra pública para que polítcamente sea útil tiene que ser visible, y si es lo más cercano a una pirámide egipcia, mejor. Si no, pregunten a Moreira, el ex de Coahuila, cual fue su motivación para dejar empinado a su Estado con cuantiosa deuda pública.

Y es que la deuda es para los políticos, tan hermosa, no tienen que subir impuestos, hacen sus cosas y todo parece gratis, realmente gratis. Es como nuestro individuo que firma y firma pagarés de tarjetas de crédito y se hace de todo: Pantallas, iPhones, tablets, viajes por el mundo, hoteles de magnate, cenas en los mejores restaurantes y sólo hay que firmar. Lo mismo con los políticos, sólo hay que contratar más deuda con los bancos, o emitir bonos, como los del Tesoro, los Treasuries, o como aquí en México los Cetes.

Así los políticos, no sólo pueden hacer obras monumentales, también pueden dar seguros de vida a las madres solteras, establecer el seguro universal de salud, seguros de desempleo, ustedes mencionen un deseo, los políticos investidos en hadas madrinas lo concederán con cargo al erario y como sus impuestos no les alcanzan emitirán deuda. Mucha deuda. Así todo lo gratis realmente parece gratis ¡Genial!

En el post pasado establecía que el gasto público destruye el capital de los particulares, esto es suficientemente nocivo, pero la deuda, la deuda del gobierno, no sólo destruye, desintegra el capital, lo volatiliza, es como una bomba atómica su poder destructivo, por qué la consecuencia inmediata de la deuda es la inflación.

Pero vayamos por partes…

Mucha gente invierte sus ahorros en deuda gubernamental, ya sean aquí CETES, en EU Bonos del Tesoro, y sus muchas variantes de papeles que genéricamente se les denominan bonos. Más aún, muchos gobiernos invierten en bonos de otros países, siendo paradigmática la inversión en bonos del Tesoro de los EU para invertir en ellos las reservas internacionales. En México, la gente común no invierte directamente en deuda gubernamental, lo hace indirectamente mediante los fondos de inversión que la contienen en su mayor parte, lo mismo que las Afores. En cualquier caso, la gente invierte en bonos del gobierno por que ofrecen la mejor relación entre premio a la inversión con el menor riesgo. Bueno, eso se supone.

Pero un momento, ¿Qué son realmente los bonos del gobierno?¿Quién paga sus intereses? ¿Quién finalmente los redime? Y más importante aún, ¿Qué consecuencias tiene sobre la generalidad de la economía que la deuda del gobierno se expanda?

Para empezar un bono representa un préstamo al sector público, y éste lo utiliza para lo que ya sabemos: Le paga a los políticos, los burócratas, a sus grupos favoritos, la seguridad social, gastos militares, subsidios a todo lo que se le ocurra, infraestructura , su Estado de Bienestar, regalos para todos, etc., etc.

El gobierno se financia con deuda debido a que sus ingresos tributarios, y en el caso de México agregamos los ingresos petroleros no son suficientes para cubrir sus gastos. Pero ¿Por qué se endeuda en lugar de recortar sus gastos, o bien aumentar los impuestos?

A la gente no le gusta pagar impuestos. Y, al mismo tiempo les encanta recibir beneficios financieros del gobierno. A su vez, a los políticos les fascina hacer que la gente sea feliz dándoles dinero directa o indirectamente. Todo lo “gratis” que supuestamente nos dan, más todos los subsidios, eso por una parte, y por la otra mantener a la burocracia feliz con sus “Conquistas laborales”, sus prebendas, sus jubilaciones, y, sobre todo con un salario y empleo seguros aún en tiempos de crisis. De esta manera se aseguran que van a mantener el poder político, van a ganar las elecciones.

Y aquí está el meollo del asunto: Desde el punto de vista electoral la deuda es de lo más atractiva, por eso, el PRD y los partiditos de la izquierda se lanzan con spots atacando las alzas de impuestos,  nunca proponen recortar los gastos públicos, ellos lo que quieren es déficit público que significa deuda, ya que no creo que sean capaces de recortar el gasto corriente de la burocracia. Así podremos ver a un AMLO criticando el alza de impuestos, pero por supuesto que no dice como le haría para no incurrir en déficit, aunque en realidad, eso no le importa, para eso están los bonos.

Y es que los bonos, son una maravilla: El gobierno puede financiar todos sus desfalcos y tonterías sin necesidad de incrementar los impuestos. El electorado entonces disfruta de todos los beneficios, de todo los “gratis”, o subsidiado sin tener, en apariencia, que pagar por ello, es decir, lo “gratis” si parece “gratis”.

Los contribuyentes sólo tienen que pagar una mínima porción del dispendio: Los intereses, mientras que la redención de la deuda se le trasfiere a las generaciones futuras.
Además, la gente compra bonos (o fondos) voluntariamente, de tal forma que es fácil emitir nueva deuda y colocarla sin ninguna oposición política. También,  la deuda del gobierno se considera de bajo riesgo, ya que el gobierno tiene el poder, de expropiar  mediante los impuestos la riqueza de los contribuyentes los inversionistas por tanto se siente confiados que recuperarán su inversión más los intereses. Eso…en teoría.

En los países con ideologías socialistas, justifican su endeudamiento típicamente diciendo que el gasto público es un estímulo a la producción y el empleo.  Nos dicen, cínicamente, que los que tuvieron mayores déficit les ha ido menos mal en la crisis global…

Sin embargo, todo esto, contiene varios errores de valoración, de juicio. Para empezar, siendo la más importante, los gobiernos no crean riqueza con su gasto financiado con el crédito. El financiamiento público permite al gobierno incrementar su participación en los recursos escasos, recursos que de otra forma se irían a proyectos de inversión productivos. Un ejemplo típico se da en México en donde los bancos captan el ahorro, pagan una miseria de intereses, casi siempre a tasas reales (descontando la inflación) negativas para comprar bonos del gobierno y ganarse el diferencial sin tomar el riesgo que implica realmente prestar al público o a la planta productiva. El gobierno, así se agencia de los ahorros e impide que esos ahorros se canalicen a proyectos productivos. La banca comercial tiene muy pocos incentivos para prestar si tiene un mecanismo que sin ningún riesgo, le proporciona atractivas ganancias.

Como los beneficios que todos estos proyectos de inversión productivos hubieran dado a la economía, que no se realizaron por que el gobierno tomó lo recursos, no pueden ser apreciados  la gente no puede ni indignarse por que no puede contrastar con lo que se hubiese realizado con ese dinero que se fue a financiamiento público, es decir al desperdicio. Si el gobierno no emitiera tanta deuda, la banca comercial se vería obligada a cumplir con su negocio que es prestar, y tomar los riesgos. Así que si en un país no hay crédito para actividades productivas en mucho debe dársele las gracias a su principal competidor por esos recursos: El gobierno.

Finalmente, existe un uso todavía más descabellado para el uso de la deuda del gobierno: Financiar el déficit en la cuenta corriente, esto es principalmente cuando la balanza comercial es deficitaria y deben conseguirse divisas para pagar por las importaciones. Esto debido a que las inversiones productivas no son lo suficientemente grandes para proporcionar divisas. Esto, es típico de nuestro país, lo han repetido una y otra vez, atrayendo capitales “de cartera”, que luego se van, y se van en un santiamén y nos dejan hablando solos. Esta fue la responsable de la crisis de 1994. Las autoridades, intervencionistas, como siempre, en lugar de dejar que la escasez de divisas encarezcan el dólar, y por tanto que se limiten de forma automática las importaciones, no, premian la entrada de dinero caliente atraído por las tasas de interés de la deuda del gobierno, entran dólares y sucede exactamente el efecto contrario: El dólar baja de precio, se abarata lo importado, se encarece lo exportado, nos volvemos menos competitivos, pero todo el mundo feliz de comprar importado y, según esto, controlar la inflación, y destruir la planta productiva local a base de importaciones subsidiadas ¡con nuestros impuestos!. ¿Ilógico, no es así? Pues así es, así ha sido por muchísimos años.

Ya he escrito más en detalle sobre este problema, la acumulación de reservas internacionales, en “La Espada de Damocles Sobre La Economía Méxicana” el punto es que se crea deuda para obtener dólares, pero se engolosinan y quieren usarlo para bajar la inflación, ¿Cómo? Bajando la paridad peso dólar, esto es revaluando el peso, pero al hacerlo convierten la deuda interna en externa, ya que un bono en manos de extranjeros, es deuda externa, los acontecimientos de 1994 así lo confirman. Y, no entendemos.

Entonces se crea deuda, para atraer capitales de “cartera”, para complementar nuestras necesidades de divisas, se nos pasa la mano, al grado que más de $ 60,000 millones de dólares en Cetes están en manos de extranjeros, que un día, como pasó en 1994, pueden decidir salir, y ponernos en una situación de crisis.

También la deuda ha colaborado, en mucho, con la gestación de la crisis, me refiero al mecanismo perverso usado por China para anclar al Yuan con un valor muy competitivo (por cierto al contrario que aquí), y utilizar los dólares que entran por sus exportaciones para comprar deuda del gobierno de los Estados Unidos, así los estadounidenses pueden financiar su enorme déficit, sus guerritas, sus enorme aparato estatal, y ahora sus planes médicos a costa de destruir su planta industrial al  transferirla a China. Desde el punto de vista de déficit y tamaño total de la deuda respecto a su PIB EU está peor que Grecia, y, sin embargo, nadie cuestiona, hasta ahora, su calidad crediticia.

Los Incentivos Para Servir la Deuda del Gobierno

Hay otra pregunta importante que debe responderse: ¿Por qué los contribuyentes actuales deben de pagar por toda la deuda del gobierno que acumuló en el pasado, deuda de la que no son responsables, y peor aún, deuda de la que actualmente no tienen ningún beneficio?

La respuesta es el prestigio en la calidad del crédito del gobierno. Si su calidad es alta para los inversionistas, gobernantes pueden seguir tomando recursos de sus gobernados (o extranjeros deseosos de buenos premios) para financiar la deuda.

Pero al igual que sucede con el individuo botarete que tiene sus tarjetas de crédito hasta el tope, y un día, le niegan ampliarle el crédito, lo mismo sucede cuando un día, como le pasó a Argentina, o le está pasando a Grecia, un día el financiamiento de la deuda se torna imposible. Como por ejemplo cuando la deuda se vuelve muy costosa, es decir cuando las tasas de interés llegan a un cierto umbral, o bien cuando el total de la deuda acumula llega un cierto nivel en que el incentivo para servicio de la deuda pública decae rápidamente, y ya nadie quiere invertir en ese determinado país.

Los contribuyentes se empiezan a preguntar: ¿Por qué el servicio de la deuda es tan elevado? ¿Por qué todos los impuestos se van sólo a pagar deuda? ¿Por qué tengo que pagar por algo de lo que no me beneficio?

Y los gobernantes, que fueron los autores del problema se preguntan ¿Por qué meternos en lo políticamente áspero de reducir el gasto público y/o subir los impuestos? ¿Por qué mejor no emitir más deuda?

Por supuesto la deuda del gobierno es mantenida en gran parte por el propio electorado, gobernantes y gobernados tienen fuertes incentivos para mantener el servicio de la deuda emitida, al menos al principio.

Pero, lo mismo que sucede con las personas irresponsables que se endeudan a más no poder, que tienen sus tarjetas de crédito al tope, más créditos hipotecarios y automotrices, y un día llegan al límite y ya los bancos no se los quieren ampliar y viene la “resaca” del endeudamiento, así los países llegan a un nivel de endeudamiento tal que los efectos empiezan a notarse: El crecimiento económico empieza a deteriorarse y los impuestos se van a servir el pago de la deuda, los recortes presupuestales les dan miedo a los políticos por los desórdenes que generan, manifestaciones de despedidos, vean tan sólo los despedidos del SME los desmanes que producen. Por esto, se opta por emitir deuda para pagar deuda. Esto es, como si contratáramos una nueva tarjeta de crédito para pagar los mínimos de otras que tenemos hasta el tope. Así más temprano que tarde, la calidad de la deuda del gobierno colapsa.

Si la deuda gubernamental es mantenida por grupos que no tienen mayor influencia en las políticas públicas (por ejemplo, extranjeros o grupos minoritarios locales), la percepción de riesgo del inminente impago se vuelve muy elevada. Empieza a crearse la desconfianza y en estos asuntos, la confianza es el nombre del juego.

Por supuesto, nadie espera que los gobiernos salden algún día su deuda, lo que se espera es que al vencimiento de los bonos se recontraten nuevos bono esto se llama (rolled over). Esto significa que el inversionista en bonos de hoy espera que haya inversionistas en el futuro dispuestos a prestarle más dinero al gobierno.

Pero, si los inversionistas de hoy pierden la confianza de que habrá más inversionistas que tomen nuevos bonos, que hagan el roll  over, debido a que con o sin razón temen que ni el gobernante ni los gobernados tienen suficientes incentivos para servir la deuda, empiezan los problemas.

Lo que sucede cuando los inversionistas salen de los bonos del gobierno, sus precios caen y por consiguiente las tasas de interés tienen que subir para bajar  la percepción de riesgo de los inversionistas. Los costos del gobierno se incrementan…Y no pasará mucho tiempo en que aún con altos premios las naciones sin capacidad de pago (como Grecia, España o, en el pasado reciente México y Argentina  y ya vendrán más), se les deja solas a su suerte el pago de su deuda y arreglar el desorden en las finanzas es un trance muy complicado y amargo, por decir lo menos. Los mexicanos ya tenemos amplia experiencia en esto. Y parece que Peña está decidido no sólo a recordárnoslo sino a volver a hacernos vivir la tragedia, al tiempo, y que conste que aquí está escrito. Si Peña implanta su Estado de Bienestar como es su idea, estaremos como Grecia, España, Portugal, Italia, o cualquiera de esos países en un tiempo muy corto.

La deuda es pues la peor vertiente del gasto público, a los políticos en los gobiernos democráticos su “negocio” es acceder al poder, y mantenerlo, para ellos son capaces de todo, para ser ellos y sólo ellos los que proporcionan jugosos regalos a los “demos” para que voten por ellos, por supuesto, es tan grande el dispendio, que sus ingresos tributarios, en México agregaríamos la monetización de las ventas de petróleo, que se endeudan, y la deuda crece, y crece, hasta que un día se vuelve impagable, y entramos en el infierno.

Pero no hemos llegado al infierno aún, ese, me lo tengo reservado para el próximo post.


viernes, marzo 01, 2013

La Patraña del Gasto Público 2

Vamos a continuar con nuestro análisis de si el gasto público es como es muy comúnmente aceptado, o, por el contrario es perjudicial para la economía.

En la pasada entrega veíamos que para Keynes la economía está en “equilibrio”, y que sigue un esquema circular que se interpreta como “mis ingresos es tu gasto”. Bajo este esquema bastante simplista, hay que decirlo, cuando la gente ahorra (Keynes emplea la palabra “atesora”, más que ahorra como indicando que se gurda el dinero bajo el colchón o yo no sé que tenía Keynes en mente), se rompe el esquema circular y es el gobierno mediante el gasto público que permite llegar a otro punto bajo el cual los productores no tienen acumulación de inventarios y la economía se expande y se termina el desempleo.

Permítame el lector una aparente digresión. Anselmo uno de mis lectores me dejó en comentarios un pequeño texto extraído de la Novela de la Literatura Clásica Española El Lazarillo de Tormes.

En el séptimo y último tratado del Lazarillo de Tormes (1554) escribe el personaje:

"Y pensando en qué modo de vivir haría mi asiento por tener descanso y ganar algo para la vejez, quiso Dios alumbrarme y ponerme en camino y manera provechosa"

Y antes de eso, en el tratado sexto:

"Siendo ya en este tiempo buen mozuelo, entrando un día en la iglesia mayor, un capellán della me recibió por suyo, y púsome en poder un asno y cuatro cántaros y un azote, y comencé a echar agua por la cibdad. Éste fue el primer escalón que yo subí para venir a alcanzar buena vida, porque mi boca era medida. Daba cada día a mi amo treinta maravedís ganados, y los sábados ganaba para mí, y todo lo demás, entre semana, de treinta maravedís."

"Fuéme tan bien en el oficio que al cabo de cuatro años que lo usé, con poner en la ganancia buen recaudo, ahorré para me vestir muy honradamente de la ropa vieja, de la cual compré un jubón de fustán viejo y un sayo raído de manga tranzada y puerta, y una capa que había sido frisada, y una espada de las viejas primeras de Cuéllar."

"Desque me vi en hábito de hombre de bien, dije a mi amo se tomase su asno, que no quería más seguir aquel oficio"


Este texto, escrito en 1554 revela, algo que Keynes y los gobiernos se niegan a reconocer: El Ahorro es el único camino a la prosperidad, “porque mi boca era medida” , “Fuéme tan bien en el oficio que al cabo de cuatro años que lo usé, con poner en la ganancia buen recaudo, ahorré “ nos dice el Lazarillo. Y tiene razón el Lazarillo, esto es acción humana, y para decirlo clara y llanamente, si se quiere salir de jodido, se tiene que ahorrar.  Y lo que es válido para los individuos, lo es también para las empresas y finalmente para el país.

Pero el gobierno es un ladrón: Mediante la coerción y la compulsión, nos quita una parte muy importante, y recalco, muy importante, muy grande, de los ingresos que percibimos y que de otra forma ahorraríamos, ahorros que con el tiempo nos permitiría salir de jodidos, como individuos y como país.

Para Keynes la economía es una fotografía instantánea: Hay un punto de equilibrio y, el gobierno, mediante el gasto público puede incrementar la actividad económica y lograr, según Keynes “el pleno empleo”. 

Sólo que a Keynes le faltó pensar que la economía no es una fotografía, es una película, si bien, en el momento de tomar la foto, el gasto público hacer crecer la economía, como un ladrón que te roba tu cartera y usa tus tarjetas para comprar una infinidad de artículos, ciertamente que el ladrón reactiva la economía puesto que consume, y consume con dinero que no se ganó, que se lo robó, ladrón y gobierno son lo mismo, sólo cambia el agente.

Pero a ti te robaron, y te despojaron de tú dinero, evidentemente en el caso de ladrón que te roba la cartera es más traumático puesto que tú suponías un saldo en tu cuenta de banco, y en tus tarjetas de crédito, y cuando reportas las tarjetas descubres que tu saldo es de $ 36, y te quieres morir. En el caso del robo del gobierno es menos traumático por qué sabes con antelación que te van a robar, y además sabes cuanto te va robar que ya ni si tan siquiera piensas que ese dinero es tuyo, que tú te lo ganaste, y que servilmente tienes que entregarlo a tu amo y señor, para que él decida en que gastarlo. Así, nunca se te ocurre que pasaría si el gobierno en lugar de robarte tanto dinero, tan sólo te robara, vamos a dejarlo en la mitad, un 15% de ISR y IVA del 7%, predial el 50% de lo que pagaste, etc. ¿Te das cuenta cómo cambiaría tu vida con ese dinero extra?


Lo que se requiere para la prosperidad es Acumulación de Capital y los Impuestos lo evitan

Un concepto básico en economía que no más no entienden muchos gobiernos, y menos si éstos son de izquierda, o “Revolucionarios” es el del Capital, más específicamente de la acumulación de capital y que es éste y ningún otro la razón de progreso de las naciones, la razón por la que la población puede encontrar un empleo, la razón por la que se pueden pagar buenos salarios. Y…lo que realmente se requiere para tener prosperidad crecer sin burbujas ni reventones, y salir de la presente crisis, que sigue, y se manifestará más violentamente en breve.

El Capital es la riqueza acumulada que es detentada por las empresas o los individuos y que son usadas con el propósito de obtener una utilidad o un interés.

El Capital comprende todas las granjas, ranchos, fábricas, minas, maquinaria y todo el equipo que permite producir, significa aviones, trenes, barcos, líneas de tendido eléctrico, líneas de fibra óptica, satélites, significa, bodegas, tiendas, edificios de oficina, casas para renta, e inventarios de materiales, componentes de equipo, semi-manufacturas, y productos terminados que son propiedad de los negocios y que son usados para generar riqueza.

Pero todo ese capital, sólo es posible adquiridlo de dos formas mediante la acumulación de capital que no es otra cosa que el ahorro, o mediante créditos.

El dinero que es detentado por los negocios y particulares es una categoría especial de capital. Además comprende también, fondos que han sido prestados a los consumidores con un interés, con el propósito que adquieran bienes de consumo, autos, casas y cualquier cosa que es muy cara para ser pagada con los ingresos salariales de un período de paga y por los que el comprador no cuenta con los suficientes ahorros para adquirirlos.

De esta forma., la cantidad de capital en un sistema económico determina su capacidad para producir bienes y servicios y emplear trabajadores, y también para adquirir bienes de consumo con crédito. Entre mayor sea el capital, mayor será la posibilidad de hacer todo esto; y por supuesto, entre menor lo sea, menor será la capacidad de una economía de hacer todo esto.

Y esta es la visión de la Escuela Austriaca de lo que es el crecimiento económico, Hayek lo describe como la expansión de la frontera de las posibilidades de producción, y esto significa, ni más ni menos que invertir en bienes de capital que generan riqueza y con ella bienestar para toda la población.

El Ahorro es el detonante del progreso.
El capital es acumulado en base al ahorro. Ahorro es el acto de abstenerse para consumir en el presente fondos que han sido ganados por la venta de bienes o servicios.

Pero algo muy importante, pero muy importante: Ahorrar NO significa no gastar. No significa atesorar. No significa no gastar con el propósito de consumir más adelante. Abstenerse de consumir para más adelante invertir, es decir, gastar para producir, eso es ahorro. Cualquiera que ahorre con esto en mente para adquirir bienes de capital, poner un negocio, pagar salarios a trabajadores o prestar fondos para que otros compren bienes de consumo caros, como automóviles, o prestar fondos a otros con la finalidad de invertir.

Es sumamente importante enfatizar sobre estos conceptos debido al estado prevaleciente de ignorancia sobre el tema. Podemos encontrar en los medios notas con la convicción de que la verdad está tan perfectamente establecida que no puede controvertirse, por ejemplo claman que “Un peso ahorrado es uno que no circula en la economía, y, que, entre más ahorro de la gente repercutirá en menores ventas, y, en consecuencia, menos utilidades para los negocios con serios problemas” Muy a la Keynes: “Ahorrar es no consumir nada”.

Estos ignorantes, “expertos economistas” seguramente pensarán que todos los bienes consumibles son chicles bomba, que pueden ser adquiridos con lo que un trabajador gana en un solo día, o quizá una quincena o un mes, que es el período normal de paga para los asalariados. Si este fuera el caso no se requeriría ahorrar jamás. Pero en realidad, la compra de una casa típicamente requiere de los ingresos totales de un trabajador por 5 o más años, la de un auto la de varios años o meses también, y así muchos bienes, computadoras, aparatos electrodomésticos, cuyo costo es muy elevado para ser pagado de contado con el último pago salarial.

Para todos esos casos, para todos aquellos bienes de consumo que sean algo más que un chicle bomba, el proceso del ahorro es fundamental para la adquisición de los bienes de consumo. Los ahorros acumulados podrán ser del propio comprador, o, muy importante, podrá adquirir mediante un préstamo los ahorros de otro, o una combinación de ahorro propio con préstamos. Pero, en cualquier caso, el ahorro es esencial para la adquisición de bienes de consumo caros.

Así los que escriben esto en los medios, pero desgraciadamente no sólo ellos, los políticos guiados por sus pastores, los economistas keynesianos, que escriben y sentencian puras tonterías sobre el ahorro. No saben o no quieren reconocer que el ahorro es la precondición para que los comerciantes minoristas puedan adquirir los bienes que venden a los mayoristas, y que éstos a su vez puedan comprar a los industriales de manufacturas y todos los demás productores de todo y que los industriales necesitan ahorros para comprarle a sus proveedores y así sucesivamente en toda la cadena productiva. Y, por supuesto, es también el ahorro la precondición para que el empresario pueda pagar salarios.


Tales gastos deben hacerse antes de recibir el beneficio de la compra del consumidor final. Por ejemplo, un fabricante de autos no puede pagar a sus trabajadores y a sus proveedores sólo con sus facturas de los autos que ha vendido a sus concesionarios tiene que tener un ahorro, que le llaman capital de trabajo para pagar por los bienes de capital, materias primas, energía, y salarios.

En contraste, para los absurdos Keynesianos creen que la población no hace otra cosa que consumir o atesorar efectivo. Son tan brutos que si eso fuera cierto, no existiría demanda para ninguna otra cosa que fuera más cara que un chicle bomba, o un pan. En realidad no son tan brutos, son unos vivales, establecieron toda una falsa teoría para justificar el robo desmedido a la sociedad. Robo doble, por una parte del gobierno que se apropia de tu riqueza y por otra de los bancos comerciales que junto con el Banco Central te “venden” de regreso la riqueza que te robaron con créditos para que tú acabes siendo siervo del gobierno y de los bancos. No, no tienen nada de absurdos. Absurdos son los que creen que el gobierno es benefactor y no destructor, esos sí son absurdos.

Claro, ellos, los keynesianos creen que pueden sustituir el ahorro con el crédito, para eso, es menester eliminar la tasa de interés, tal y como escribe Keynes,

 “Es deseable y factible reducir las tasas de interés a la meta final: Cero. Pero no deberá de llevarse en forma abrupta: Para una comunidad adecuadamente administrada, será posible llevar las tasas de interés a cero en aproximadamente una generación”.

Pero aquí viene lo bueno, veamos cual es el objetivo final de Keynes con este ataque al nivel de las tasas de interés:

“Nuestro objetivo (no existe nada que no se pueda lograr), deberá ser incrementar la cantidad de capital hasta que deje de ser escaso, de tal forma que los dueños de los ahorros dejen de percibir un premio”…

Razón por la que la Economía está digamos que alocada desde Keynes, han sido ciclos repetidos de auge – crisis, debido a esto.

Pero no perdamos de vista el origen de todo esto: El gobierno quiere compensar el robo de los impuestos con créditos, así, según los keynesianos el capital deja de ser escaso, es pleno, y el auge es eterno…

Sí, como no. Nada más hay que ver lo precario del estado que se encuentran las economías del mundo entero, las sociales democracias hundidas, para comprobar lo alocado, falso y absurdo de las ideas keynesianas.


Destrucción de Capital

Esta absurda ideología tiene consecuencias importantes: La destrucción sistemática de capital y, por tanto, si como hemos expuesto el capital es la riqueza que permite la producción, la generación de más riqueza, la destrucción de capital implica la sistemática destrucción de la economía.

¿Quién destruye el capital? La respuesta tiene un actor: El gobierno y lo hace de dos formas: La primera aplicando la coerción y la compulsión para robar el capital de empresas y particulares mediante los impuestos. El dinero robado por los gobiernos no genera más riqueza, no genera más capital, se destruye irremediablemente, el gasto público, sobre todo el gasto corriente para mantener su enorme aparato improductivo es un gran consumidor de recursos de la sociedad, un parásito. Como el gobierno destruye el capital, impide el ahorro que arrebata por la coerción y compulsión a la sociedad, recurre al crédito falso, para sustituir el capital, escribo crédito falso por que es el crédito que se otorga sin ningún respaldo, es el crédito que se crea mediante la segunda forma de destruir el capital, la falsificación del dinero; es la impresión de dinero sin ningún respaldo en riqueza ganada, generada, trabajada, es crearlo de la nada. El dinero falso inflacionario tiene por objeto bajar las tasas de interés a un nivel menor del que existiría sin manipulación, un nivel que tendría si hubiera mucho ahorro. Los gobiernos inundan la economía de dinero falso que producen la ilusión de que existe ahorro, pero no hay tal, los actores productivos son engañados el crédito se otorga sin respaldo del ahorro. Esto es un fraude, institucional pero fraude. Y con este fraude tratan de compensar lo que nos roban por impuestos. Te robo pero te doy crédito barato. Esto señores, ha sido y es la causa de todas crisis económicas, es causa de que estemos como siervos ante el cártel de la banca, presos en los créditos, ahogados en servilismo ante gobierno y sistema bancario.

Por esto, para establecer una recuperación real los gobiernos deben de abstenerse de proporcionar “paquetes de rescate”, o dilapidar el dinero con obra pública, los recursos para esto o son impuestos que podrían usarse por las víctimas del robo para enfrentar la crisis, o bien es deuda que serán impuestos, y que como hemos visto con los países europeos, crea problemas enormes y que alargarán la crisis, y este tema el de la deuda del gobierno que es consecuencia del gasto público es todo un tema que debo de considerar al detalle Finalmente con dinero falso o inflación. Lo que los gobiernos deberían de hacer es emprender programas de austeridad, reducir su aparato improductivo, parasitario, para darle oportunidad a la sociedad de formar otra vez el capital, y recuperar el capital destruido en todos estos años de auge ficticio. Dejar que la sociedad ahorre…Eso es lo que se requiere para salir lo antes posible de la crisis y que alcancemos la prosperidad. En pocas palabras, que nos deje en paz, la sociedad libre podrá salir antes del atolladero en que nos han metido por manipular los mercados y destruir el capital.

Entonces ¿Pagar impuestos compra civilización, Denisse Dresser?  O no será que pagar impuestos crea estancamiento, desempleo, pobreza, crisis económicas, dolor. ¿El dinero en tus manos o en manos productivas que generen riqueza y prosperidad o en manos del gobierno que destruye la riqueza y la posibilidad de mejorar nuestra situación material?

Si queremos salir de jodidos, tenemos que pagar menos impuestos y ahorrar más, esa es la receta que ya desde 1554 El Lazarillo de Tormes nos enseñó.