viernes, julio 31, 2015

El Futuro de México Como Grecia

Recientemente, el 14 de julio, Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, señaló a mi juico acertadamente que México, registra al igual que Grecia, factores que generan riesgos importantes a las finanzas públicas, ya que el déficit en el sector público rebasa el 150 por ciento.
También, indicó que se observa que “debido al dinamismo que mantiene el gasto público, por arriba incluso del presupuesto corregido con el recorte de 124 mil millones de pesos anunciado a inicios del año, más los problemas de ingreso por el tema del petróleo, el déficit del sector público acumuló 180 mil 693 millones de pesos en el periodo enero-mayo, 2.2 veces por encima de lo registrado en el mismo lapso del año pasado, y el dato más alto para el periodo”.
Y por ello, las similitudes con problemas como los que llevaron a la crisis de Grecia son evidentes, advirtió.

Hasta aquí estoy 100% de acuerdo con Gerardo Gutiérrez, pero la deuda no es todo el problema.
Los comentarios sobre la crisis Griega se refieren al enorme nivel de la deuda gubernamental, que, como porcentaje del PIB pasó como se muestra en la gráfica de 79.6% en 1990 a 117 en 2014. 

Sin embargo, no es la deuda lo que está detrás de la crisis griega, como tampoco lo es para el caso de México. Es la destrucción de la generación de la riqueza, ese es el problema en Grecia y lo será para México si no se cambia ¡ya! La visión del gobierno de privilegiar el gasto improductivo gubernamental sobre la generación de la riqueza del sector privado.


En Grecia, el momentum en el crecimiento del gasto público aumentaba sin freno desde el año 2000 para llegar a un crecimiento de 45.5 % en marzo de 2009. Desde entonces, la tendencia al crecimiento ha ido declinando.
Las políticas fiscales y monetarias expansivas han sido el instrumento de sin número de actividades improductivas que han minado la generación de riqueza real.
Como los griegos, nos encontramos en un parte aguas originado por la caída de los precios del petróleo y también por la caída en la producción de petróleo para exportación, al grado que en este mes, la balanza internacional del Pemex fue por primera vez deficitaria en 25 años. 

Futuros Petróleo US Mensual NYMEX
Pero, no obstante la caída de los precios y de la producción, el estado mexicano se rehúsa a modificar su gasto corriente de acuerdo a las circunstancias. Ha habido un ajuste pero es limitado, el presupuesto "base 0" de Videgaray es limitado y timorato.



Tanto para Grecia como para México, por causas diferentes ha caído el gasto público lo que a detenido el desvío de riqueza a actividades improductivas de las productivas.
Los procesos de generación de riqueza en Grecia fueron severamente dañados como resultado de sus políticas de gasto público desenfrenado y política monetaria expansiva. Tal y como sucede con México. Este daño no es tan siquiera reconocido por varios economistas entre ellos el Nobel Joseph Stiglitz pero aún recomiendan regresar al derroche previo lo que haría que las cosas se pusieran mucho peor de lo que ya están.
No pueden entender, estos economistas y aquí Videgaray que ni el gasto público, y menos si es corriente y el bombeo monetario pueden generar riqueza.
El único que puede crear riqueza y mejorar la situación es el sector privado, ningún otro.
Sin embargo en Grecia el daño es mucho muy severo, las actividades gubernamentales improductivas erosionaron de forma importante a las actividades generadoras de riqueza real.
Como se muestra en la gráfica el índice de producción industrial cayó de 122 en abril de 2008 a 91 en marzo de 2015. El desempleo aumentó de 7.3 en mayo de 2008 a 25.6 en marzo de 2015.
Así, la amenaza real para Europa no es la salida de Grecia del Euro, ni su deuda, sino el daño tan terrible que las políticas de gasto público y monetario que han dañado en forma importante las bases de ahorro de varios países europeos, porque este problema no es exclusivamente de Grecia.
Aquí, la contracción de la monetización petrolero se ha “compensado”  con mayor gasto público 

Que, desde el 2008 muestra un crecimiento realmente alarmante, como puede apreciarse en la gráfica.
En Grecia, como en México tiene los gobiernos tienen que pararle al derroche en actividades improductivas, y continuar desviando los recursos del sector privado que serían empleados en la recuperación económica.  Esto significa que las actividades del gobierno deben de ser recortadas “hasta el mismísimo hueso”. Ahora que planean el presupuesto de 2016 “base 0”, que es en realidad un recorte limitado y timorato, debían de hacer como a nosotros que fiscalmente sólo nos dejan deducir de impuestos “aquellos gastos estrictamente indispensables para la actividad preponderante”, igual, que quede el gasto público para “aquellos gastos estrictamente indispensables para el país”, ni un peso más.
Obviamente estas medidas serán muy dolorosas para muchos individuos que se encuentran empelados en las actividades improductivas. Sin embargo, no hacerlo así, lo único que logrará es prolongar la agonía.

No se puede crear riqueza real de la nada.

3 comentarios:

  1. ¿No es desesperante mirar cómo se nos complica entender lo sencillo, menos aceptarlo, y ante cada momento crítico, ver como se demanda -como lo has comentado en ocasiones anteriores, en relación a EE. UU., no recuerdo si recomendado por Krugman- "más de la misma medicina, pero a lo bestia"?
    Es que -se "piensa"- ¡hay tanta desigualdad, que es indispensable redistribuir la riqueza!
    ¡Saludos!

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  2. Anónimo10:42 p.m.

    Ojala el desastre pase en gobierno del PRI, para que ya se den cuenta que la socialdemocracia genera esto..... aunque son tan ladinos... que probable le tiren la culpa al clasico malvado empresario malevolo.....

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  3. Lo realmente lamentable es que el virus no está en el PRI, solamente, pues es tan generalizada la enfermedad que, si hablamos de los partidos políticos, padecen de lo mismo, con ribetes demenciales más hacia el social-comunismo, en algunos casos, pero con el uso clientelar del asistencialismo, con miras a implantar el "Estado niñera" y pretender brindar "de la cuna a la tumba" el bienestar a una población nada negada a que "alguien" se haga cargo de sus vidas.

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