lunes, mayo 21, 2018

El Pescador




¿Por qué no encuentro trabajo? ¿Por qué me pagan tan poco? ¿Por qué hay tanto pobre?


Dice el proverbio chino, probablemente debido a Confucio, no estoy cierto de eso que:
"Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida."
Tenía razón Confucio, la principal causa de la pobreza es la carencia de capital humano, esto es, aquellas habilidades o conocimiento que son valoradas por los demás y/o que permiten a su poseedor ofrecer bienes o servicios que sean valorados por los demás. Esto es la educación, pero no cualquier educación, no toda educación resulta en la valoración de los demás ni en la posibilidad de hacer algo con ella que permita ofrecer algo a los demás. El pobre que aprende a pescar, adquiere el conocimiento que le permite ofrecer a los demás pescados que son alimento y que es valorado por los demás puesto que satisface la necesidad de la sociedad de alimentarse.
Sin embargo, Confucio no era economista, al pobre que aprende a pescar, le falta algo, y muy importante, tan importante como los conocimientos adquiridos para aprender a pescar. Imaginemos al flamante pescador, se va a encontrar con que no puede pescar, ¿Por qué no puede pescar? Porque no tiene ni bote con remos ni red. Sus conocimientos no los puede utilizar, y no podrá hasta que tenga un bote con remos y una red, ese bote con remos y red son bienes de CAPITAL, es capital, y hasta que no lo tenga, no podrá utilizar sus conocimientos y pescar. Si no tiene este capital ni los medios para adquirirlo puede emplearse con otro pescador que sí los tenga y recibir un salario por ayudar a pescar. Ya tiene ahora el pobre un medio honesto de ganarse la vida, si es ambicioso, ahorrará, esto es, pondrá todo su entusiasmo en hacer un guardadito mes a mes, probablemente con mucho sacrificio, y con mucha disciplina, hasta que junte el suficiente dinero para comprar, esto es, invertir su guardadito, en su propio bote con remos y su red, a este proceso se le llama “formación de capital”, que no es más que ahorro que se hace con el propósito de invertirlo en el futuro. El empleado pescador se convierte ahora en el empresario pescador, sí, empresario, todo aquel que invierte capital para satisfacer los deseos y/o necesidades de las gentes es un vilipendiado empresario, aunque sea pescador y aún sea en términos absolutos pobre. El pescador empresario ahora contrata a uno o varios pescadores empleados, para poder pescar más rápido y obtener más ganancias, pero aún ya con su bote, el empresario pescador es ambicioso, y sigue ahorrando parte de las ganancias que recibe por la venta de sus pescados, como antes, sólo que ahora más rápidamente, con el tiempo el dinero ahorrado, le permite comprar otro bote, y esta vez, compra también dos motores que le permiten desplazarlos más rápidamente, y por tanto, aumentar su producción de pescados, su productividad, y el proceso continua con el pescador empresario comprando más botes con motor, hasta tener decenas de botes y decenas de empleados, además puede que entre sus empleados existan otros que como él, ahorran y compran botes y compiten con él, todos ellos se van paulatinamente convirtiendo en empresarios ricos, sí, ricos, han abandonado para siempre la pobreza, y ahora nuestro pescador empresario original y todos los que lo imitaron, más todos los que son empleados de todos los empresarios pescadores dejaron la pobreza atrás para siempre. Para siempre. Pero ahí no acaban los beneficios, como ahora existen muchos botes, y muchos pescadores empresarios, cada nuevo pobre que aprende a pescar es rápidamente empleado, los pescadores empleados piden a gritos la capacitación de más pescadores para continuar con sus anhelos de crecimiento. Así, la profesión de pescador se vuelve demandada y los salarios que le pagan a los pescadores empleados son cada vez más altos. Cualquier egresado de la escuela de pescadores es rápidamente empleado y él tiene la opción de seleccionar entre muchos pescadores empresarios en base a salarios y prestaciones que le ofrecen. Al llegar a este punto, la posibilidad de ahorro de los pescadores empleados es mucho mayor, así que mucho más rápidamente podrán convertirse en empresarios si su ambición y capacidad de ahorrar lo permiten.
La "Redistribución de la Riqueza" arruina el proceso para disminuir la pobreza
Aquí una aparente digresión ¿Qué tienen que ver AMLO, Anaya , o Meade en este proceso? Respuesta nada. ¿Puede alguno de los tres cambiar el curso de la historia? Respuesta Sí, de varias formas, la primera, no en específico ninguno de los tres, sino como gobierno, que le dice al pescador empleado original: Yo te voy a vender protección, voy a crear infraestructura, voy a ayudar a los pobres tengo que “redistribuir la riqueza”, (pero si yo soy pobre ¿A mí que me toca?) y tú me vas a tener que pagar lo que a mí se me pegue la gana de impuestos. Te advierto que no es optativo, si no pagas, te meto a la cárcel por poco cooperativo. La historia de nuestro pescador empleado cambia su ruta: Le costará mucho más ahorrar, quizá bajo estas condiciones ya ni siquiera pueda hacerlo por lo que tendrá que permanecer toda su vida como pescador empleado. A los más afortunados pescadores que ya son empresarios, igual, podrán ahorrar menos, tardarán más en acumular suficiente dinero para comprar más botes o modernizarse, de esta forma el resultado neto de la acción gubernamental sobre el proceso de generación de riqueza descrito es abortar, cancelar o ralentizar el crecimiento del proceso que es el crecimiento de la economía. Por tanto, la acción gubernamental no promueve sino que anula o ralentiza la actividad capitalista de generación de la riqueza y evita que los pobres abandonen la pobreza para siempre.
Entre más impuestos “progresivos” existan, peor será, imagine el lector al recién egresado pescador de nuestra fábula capitalista en la que si encontró empleo de pescador, que no encuentra por ningún lugar ese pescador que sí tiene CAPITAL, esto es el bote con remos, quedará pobre, por siempre, de nada, pero lo que se llama absolutamente de nada le servirán sus recién adquiridos conocimientos de pescador, nunca podrá emplearlos, seguirá siendo pobre, por siempre. O emigrará a regiones en donde sí exista CAPITAL, y donde sí tenga la posibilidad de emplearse y comenzar su ambicioso proceso de acumular capital para tener su primer bote.
Entonces amable lector ¿Qué magia cree que pueden hacer alguno de los tres candidatos para incrementar la velocidad de crecimiento de la economía? ¿Despojar a los productores de más dinero para hacer sus obras “sociales”? ¿Sus obras públicas, muchas de ellas que no se requieren?, ¿Regalar medicinas y servicios médicos? Todo ello me parece muy bonito pero tiene que pagarse, y para hacerlo es necesario despojar a nuestro pescador de sus ahorros, y, en consecuencia no podrá debido a esto quizá nunca ser empresario como eran sus intenciones, y la economía, ¡ah! La economía no crecerá como lo haría sin la interferencia gubernamental.
Sólo me referí a los impuestos como factor que detiene o ralentiza el crecimiento económico, sin embargo, la influencia del gobierno no termina ahí. Puede inventar regulaciones, puede exigir que las redes no sean del material que se usa sino de otro, o que los cascos de los botes sean de algún determinado material o que los pinten de algún color que algún desquiciado burócrata quiere. O lo que se le ocurra al lector que de alguna forma u otra obligue a los pescadores a desechar su capital existente esto es sus ahorros para cumplir con las regulaciones. Otra vez, el gobierno tiene una influencia negativa en el crecimiento de la actividad empresarial y, por consiguiente está atentando contra la erradicación de la pobreza que dice ser su principal objetivo.
Es importante, al llegar a este punto mencionar que esta fábula de los pescadores se aplica a la de cualquier profesión después de todo las universidades existen para preparar a la gente, para darles el capital humano para que puedan trabajar ya sea como empleados en el sector público o privado, o como empresarios. Ese debiera ser el principal objetivo de las universidades y tecnológicos, darles a los estudiantes los conocimientos que sean valorados por los demás y que con ellos “se ganen la vida”. Y en este aspecto, todas las universidades de México, conste que escribí todas, se han convertido en inmensas fábricas de desempleados y subempleados, por lo que su objetivo principal, está fallando y no es porque la universidades preparen inadecuadamente a los jóvenes (aunque en muchos casos sí). Los egresados salen a buscar trabajo y no lo encuentran y si lo encuentran les pagan una miseria. Están como nuestro pescador de la fábula, no encuentran el bote, el CAPITAL, que les proporcione el empleo deseado.
Si el Capital es escaso, y ahora por Capital entiéndase fábricas, hoteles, restaurantes, bares, antros, autobuses,  aviones, talleres, tiendas detallistas, centros comerciales, ranchos, granjas, botes para pescar, y en general todo aquello que genere riqueza y proporcione una utilidad a su poseedor, habrá pocas muy pocas posibilidades de ser empleado y además, si hay muchos que tienen los mismos conocimientos que yo y el capital es escaso, habrá poca demanda para profesionistas como yo y permaneceré desempleado o, tendré que emplearme con un sueldo bajo, quizá en algo que ni siquiera estudié, como ser mesero, recepcionista, taxista,  y seré y seguiré siendo pobre. 
Esto es lo que México necesita para erradicar la pobreza, esto y sólo esto. Por qué mucho de esto, permitirá que muchos jóvenes encuentren empleo en lo que se formaron, por eso, para terminar con la pobreza necesitamos más y más y más capital invertido, más y más y más negocios de todo tipo, que proporcionen todo aquello que deseamos y/o necesitamos. Necesitamos más capital invertido y más empresarios, eso es lo que México necesita para obtener mejoras materiales para todos, como en nuestra fábula en que se expande la riqueza con cada vez más y más y más botes con motor, con más y más y más empresarios.
¿Cómo se atreven los políticos a decir que ellos van a hacer crecer la economía, que ellos y sólo ellos van a crear 6 millones o los que quieran de empleos? ¿De qué magia disponen?   Ellos, los políticos, no son pescadores, esto es no son generadores de riqueza, son destructores de riqueza, ellos sólo sirven para parasitar la actividad económica, ellos abortan, cancelan o ralentizan puesto que son parte del gobierno con la actividad económica, ellos destruyen la riqueza que como los pescadores de la fábula utilizan para mejorar la situación material de todos los pescadores. Pese a su propaganda, sea el candidato que sea, es mentira, la economía crece a pesar del gobierno, no porque lo necesite para maldita sea la cosa.
El gobierno es el problema del color o partido que sea no es la solución a nada y menos aún al problema de la pobreza.

¿Ahorro o Crédito?
Quiero hacer énfasis en un detalle en extremo importante de la fábula de nuestro pescador empresario. El proceso inicia cuando el pescador, entonces empleado, decide no sin sacrificio AHORRAR, para más adelante comprar su propio bote, técnicamente acumular capital para invertirlo. ¿Siente amable lector que esto es mentiroso o falaz? Así y sólo así es como se crea cualquier negocio, que empieza siempre con el ahorro. Sin embargo, para Keynes, los keynesianos y por supuesto, los gobiernos dicen lo contrario: Que el ahorro es lo más perjudicial que existe para la economía, por qué en su visión circular mis ingresos son tus egresos no da cabida al ahorro, es para ellos una “fuga”, que ralentiza la actividad económica, si la gente gasta menos de lo que recibe para “atesorarlo” está dañando a la economía puesto que se acumulan inventarios y la economía entra en recesión, y, en consecuencia el gobierno debe de estimular la economía remplazando los “malos hábitos de ahorro” de la sociedad gastando en lugar de ellos. Por este motivo, para evitar el “mal hábito del ahorro”, el gobierno nos sube los impuestos para gastar en nuestro lugar, esto es lo que llaman “Demanda agregada”. Los gobiernos, conscientes del despojo, junto con su banco central y el sistema bancario reemplazan el ahorro necesario para la inversión con crédito, “tan genuino como el ahorro real” decía Keynes refiriéndose a la creación de dinero de la nada en virtud del sistema de dinero fiduciario y la reserva fraccionaria. ¿Si? ¿Qué banco le va a dar crédito a nuestro pescador empleado para que compre su bote? No tiene ahorros, no tiene patrimonio, no tiene nada. Eso por un lado, y por el otro, los créditos son adecuados y correctos complementando al ahorro, no reemplazándolo, sirven para acelerar o apalancar el proceso de adquisición de bienes de capital. Por este motivo, los gobierno para producir un auge (ficticio) bajan arbitrariamente las tasas de interés y generan la expansión del crédito, esto es, los bancos entran a una orgía de préstamos sin garantías, con tal de colocar créditos, la economía ciertamente que crece, ahí está México en 1994, EUA en 2001 a 2008, España hasta que todo este dinero falso, porque eso es, fue dinero creado de la nada, que nadie ahorró, cumple su inevitable colapso y meten a la economía después de la burbuja en una recesión. Vivimos esto con los créditos populistas a los Ninjas en EUA, al boom inmobiliario, al también boom inmobiliario en España que hoy tiene en la quiebra a todo el sistema bancario. Todo este ciclo auge colapso es precisamente por atacar al ahorro, por destruir al ahorro, y por evitar con ello el progreso natural de la economía, vamos, como en la fábula.
Esta es la vieja lucha entre las dos posiciones encontradas, la de FA Hayek (y la mía propia y que he ejemplificado aquí) y la de Keynes o del intervencionismo del Estado.
Por eso, si en verdad el gobierno desea erradicar la pobreza, deberá alejarse de nuestras vidas lo más posible.
Por esto, debemos de exigir a los políticos que lo que necesitamos es capital invertido y no “magias” del estado, y que en consecuencia deberá  reducirse  el tamaño del estado a cumplir con sus funciones y permitir que nosotros los hombres libres, hagamos crecer la economía en base a la formación de capital y su posterior inversión para que hagamos que la pobreza sea erradicada de nuestro país.
Así reescribamos el proverbio chino, probablemente de Confucio, modificado por un mexicano capitalista:
"Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida (si encuentra quién lo empleé), dale la posibilidad de ahorrar, y no interfieras con su actividad como hombre libre y lo convertirás en un hombre rico y a su vez convertirá a otros pobres en ricos"
Esto es la mejora material de una sociedad ¿no es así? ¿No es acaso lo que quieren todos? ¿No es acaso esto la mejor “justicia social”? Pues esto es CAPITALISMO.
Capital invertido es sinónimo de la riqueza de una nación, esto es y nada más que esto. Y, la intervención del gobierno, el “gasto social”, las reglamentaciones y los impuestos lo único que logran es ralentizar o evitar la inversión en capital.

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